Le habían prohibido jugar y debutó en Primera con 16 años
El defensor de Palazzo, Lautaro Robledo, ingresó en el complemento frente a Caleta Córdova, pero tiene detrás una particular historia. Fue operado del corazón a los 4 años en Buenos Aires y todo hacía pensar que no jugaría nunca más a la pelota. El hijo del ex arquero del "Aguilucho" se prometió entrenar el doble y llegó a Primera División. "Mi objetivo ahora es ganarme un lugar en Primera, y en algún momento llegar a algún club fuera de Comodoro", le comentó a PDC.
En el último partido del torneo Inicial B, el DT de Palazzo Héctor Villafañez hizo debutar en Primera a cuatro juveniles, entre ellos a Lautaro Tomas Robledo de 16 años. Ingresó en el complemento, y lo hizo - al igual que sus compañeros juveniles - con cortes de pelo que les hicieron sus propios compañeros para seguir con un ritual futbolero.
A ellos, eso poco les importó. En el caso del Lautaro fue cumplir un sueño, algo que cuando estaba en el jardín lo veía muy lejano y hasta casi imposible. "Yo empecé en la escuelita de Palazzo a los 3 años, cuando tenía 4 me detectaron coartación de aorta, así que me tuvieron que llevar a Buenos Aires a que me operen. Cuando me dieron el alta el doctor me dijo que no podía jugar al fútbol hasta que me den el alta definitivo. No me acuerdo bien como lo tomé, pero me dieron ganas de entrenar el doble, y exigirme más", le confesó el defensor a Pasta de Campeón.
Su padre, Diego, fue arquero de Palazzo y luego como DT estuvo en diferentes clubes como Tiro Federal, General Saavedra y actualmente Universitario, pero él siempre fue fiel al "Aguilucho". Hizo todas las formativas hasta llegar a la Séptima División donde recibió la citación.
"Fue durante un entrenamiento. En un momento nuestro técnico Osvaldo paró la práctica porque el técnico de Primera nos quería hablar un rato. Empezó dando una citación para la Reserva, y después nos dijo que íbamos a ir a Primera. Yo me puse nervioso y me emocioné porque de chiquito quería llegar a ese lugar", admitió Robledo.
El problema que tuvo de chico en el corazón ya es recuerdo. Se recuperó de manera favorable, y el sábado pasado fue al "Puerto" a jugar el último partido del torneo Inicial B frente a Caleta Córdova, que ya se había consagrado campeón la fecha anterior. A él poco le importaba eso porque integraba el plantel de la máxima división por primera vez y no sabía si tendría minutos en cancha. Cuando Villafañez lo llamó desde afuera - porque el entrenador había sido expulsado - el defensor recuerda que "me dijo que iba a entrar de 4, que juegue tranquilo, que no me complique y que juegue sin miedo", expresó.
Por último, y para saber cómo vivió el debut en Primera, el joven jugador acotó que "lo tomo bien, tranquilo porque nadie me regaló nada. Creo que si llegué es por el buen trabajo de Manolo en séptima y porque creo que algo hice bien. Ahora solo pienso en ganarme un lugar en Primera, y en algún momento llegar a algún club fuera de Comodoro", sentenció.