Huracán de Comodoro sumó en los últimos días un volante de experiencia, con un paso por CAI pero con un extenso recorrido por diferentes clubes donde logró grandes cosas.

El mediocampista Marcos Rivadeneira fue seducido por el proyecto futbolístico que le presentó Carlos Padín, y ya entrena a la par de sus compañeros.

El "chaca" tiene 34 años y luego de su paso por CAI fue a Guillermo Brown de Puerto Madryn donde ascendió con "Cacho" Siares, y luego paso a Deportivo Madryn donde estaba Orlando Portalau y también integró el plantel que consiguió un ascenso. De ahí se fue a Sportivo Las Parejas, y luego pegó la vuelta a la provincia del Chubut donde jugó para Racing de Trelew, con un paso por Germinal para jugar un torneo Regional.

"Vine a los 19 y estuve seis años en pensión, fue lo mejor estar en esa etapa, fue el ingreso al fútbol profesional, pero lo mejor de todo no fue solo lo futbolístico en el club, sino todo lo que viví en el entorno y la gente que conocí", destacó el jugador del "Globo" en la CienPuntoUno.

Sobre su acercamiento a Huracán para ponerse a disposición del cuerpo técnico pensando en el próximo torneo Regional, el experimentado jugador admitió: "me llamo Carlos Padín porque lo enfrente cuando estaba en Boxing, y hace varios meses que veníamos hablando. Me comentó del proyecto y la verdad que siempre quise venir a jugar a Huracán porque es un grande de la patagonia".

Rivadeneira puede desempeñarse como volante por derecho o mediocampista central, pero sabe que no será sencillo ganarse un lugar, por eso no quiere regalar nada y ya entrena a la par de sus compañeros. "Me sume esta semana a los entrenamientos, y ya me quedó en Comodoro. Veremos cómo es el tema del pase para poder jugar. Me muevo como volante por derecha pero hay muy buenos juveniles en Huracán y hay que pelear el puesto", explicó.

El Chaca asegura que en todo este tiempo no solo se sumó experiencia en la cancha. "En todo este tiempo uno suma experiencia, y ve otras cosas. No es solo cuando se juega, en un partido de fútbol, sino es el grupo humano que se forma, y cómo se vive afuera de los entrenamientos, eso es lo más positivo del fútbol", reconoció.

Por último aseguró que fue muy bien recibido por el plantel que juega el Zonal de Comodoro. "Me encontré con un grupo unido, y me recibieron con un puente, me mataron a golpes. Los chicos enseguida se ofrecieron para ayudarme, para llevarme hasta el entrenamiento desde donde vivo, y la verdad que eso es bárbaro. Me sentí muy cómodo", sentenció.