La pelota, la plaza y el club del barrio. Los lugares comunes donde el vínculo de un padre y un hijo se hacen fuerte desde la infancia. Es donde se comparten experiencias y momentos que se guardan para toda la vida como un tesoro.

Claudio Marcelo Quiroga (58) tiene tres hijos varones: Claudio Damián (36), Sergio (29), y Darío (24) y en este domingo tan especial Pasta de Campeón lo junto con su hijo mayor para conocer su historia de vida y para homenajear de alguna forma a todos los padres en este día tan especial.

"Ser padre es lo mejor que te puede pasar en la vida, es algo hermoso que Dios te regala, es una experiencia única", asegura el ahora ex árbitro de fútbol en el comienzo de la charla.

Claudio empezó a jugar a la pelota en la escuela del club Unión San Martín Azcuénaga con sus hermanos hasta llegar a Primera. "Si, y luego me fui a Ferrocarril del Estado del cual soy hincha al igual que mis hijos y mi familia. Gracias a Dios pude jugar en los dos clubes del barrio", recordó sobre sus inicios con la pelota el inspector de tránsito municipal.

Claudio Marcelo (quinto desde la izquierda en la fila de arriba) con la Cuarta División de Ferro en el año 1988.
Claudio Marcelo (quinto desde la izquierda en la fila de arriba) con la Cuarta División de Ferro en el año 1988.

Es natural que un hijo sea parecido a su padre en muchos aspectos. Algunos son innatos y otros no tanto. En ese sentido, el ex árbitro asegura que "veo reflejado en mi hijo muchas cosas mías en lo deportivo. Sigue entrenando, es entrenador de arqueros y es técnico de fútbol recibido, algo que como padre me llena de orgullo y me alegra un montón", remarca.

Por su parte, Claudio Damián es el actual de DT de Laprida luego de hacer experiencia en Palazzo y estar en el cuerpo técnico de Jorge Newbery que dirigía Javier Guerreiro como entrenador de arqueros. El arquero (porque cada vez que puede se pone los guantes en veteranos) lo define a su papá como "es un ser pasional. Mi viejo siempre estuvo seguro y convencido de lo que quería y no dudo jamás de sus convicciones y de lo que entendía que debía seguir. Siempre ligado a la pelota, y cuando se retiró optó por el arbitraje y siguió hasta el final intentando en convertirse en el mejor en esa especialidad. Lo defino como alguien que lucho por lo que quería y lo consiguió".

PARTIDO UNICO Y RECORDADO

El barrio siempre es especial para uno. Es donde uno hace los amigos de la cuadra y en muchas oportunidades son para toda la vida. Claudio Damián siguió los pasos de su padre y jugó en Ferro junto a uno de sus hermanos.

Ambos no recuerdan la fecha pero el destino quiso que a un partido de Ferro designen como árbitro a Claudio Marcelo Quiroga, y en la planilla estaban Claudio Damián y a Darío. "Tuve la oportunidad de dirigir a Claudio y Darío en un partido que jugaron juntos, ese es un lindo recuerdo. Fue una alegría inmensa muy lindo verlos jugar juntos y yo impartiendo justicia como árbitro. Mi otro hijo jugaba mediocampo, también jugó en los dos pero por una lesión temprana dejo la actividad muy jóven", confiesa Claudio Marcelo.    

La foto que dejó para siempre el mejor recuerdo familiar. Claudio Damián, Claudio Marcelo y Diego Quiroga en un partido jugado en La Salitrera.
La foto que dejó para siempre el mejor recuerdo familiar. Claudio Damián, Claudio Marcelo y Diego Quiroga en un partido jugado en La Salitrera.

El ex árbitro de fútbol comenzó su experiencia en el referato con 28 años, y afirma que "el día del padre es un muy especial, se pasa en familia como tiene que ser y se trata de pasarlo de la mejor manera posible".

Claudio Damián tiene su familia conformada por su esposa Silvana y sus hijos Mirko y Naira. Le ha tocado estar domingos del día del padre en una cancha pero su entorno lo comprende y eso no hace que el festejo se postergue. "Hoy en día para mí es muy especial porque soy papá de dos hermosos hijos: Mirko y Naira, y ellos son mi motor. Me permiten afrontar cada sueño y cada desafío sabiendo que estoy transmitiéndole a ellos un ejemplo de lucha desde mis convicciones. Hemos pasado muchos día del padre en la cancha pero luego compartiendo algo lindo en casa y en familia, sabiendo que ellos me esperan con alegría, con ganas y esperando algo lindo, y eso me llena de felicidad porque me siento amado por ellos", afirma el DT de Laprida.

Claudio Marcelo lo observa y confiesa al instante "mi mayor satisfacción es tenerlo en esta vida como hijo y segundo, orgulloso de lo que hace con mucho amor a este deporte y el convencimiento y profesionalismo que le pone día a día en el club que hoy trabaja y lo representa como técnico".

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RECUERDOS DE LA INFANCIA QUE NO SE BORRAN

Claudio Damián piensa antes de responder por un día del padre que haya sido especial, pero asegura que era muy esperado el mes de junio. "Cuando era chico el día del padre era muy significativo, teniendo en cuenta el cariño y el afecto que tengo hacia él y ese vínculo que se genera, en ese ser que toma como ejemplo o como manera de ver la vida que directa o indirectamente nos deja un camino a seguir", confiesa.

Cuando los hijos crecen es normal "diferenciarse" de los padres y muchas veces discutir por cualquier cosa. Hubo una vez en la familia Quiroga donde un intercambio de ideas llevó a la distancia entre ambos, pero el actual DT de Laprida actuó rápido.

"Me acuerdo mucho de un día del padre donde llevábamos mucho tiempo distanciados por razones de no coincidir en algunas cosas, que siempre pasa en las familias. Ese día tomé yo la determinación de ir a verlo, pasé a comprar unas facturas y fui a verlo, nos sentamos a tomar mate y charlamos obviamente de lo que nos vincula y la pasión que es el fútbol. Estuvimos casi tres horas charlando y no nos acordábamos porque estábamos distanciados. Sin dudas que ese es un lindo día del padre que recuerdo porque pude demostrarle a mi viejo una mejor versión de mi como hijo y eso me llenó de orgullo", remarcó.

LOS COLORES A NIVEL NACIONAL LOS DIFERENCIA

En muchas familias, ser hincha de un club de Buenos Aires practicamense se convierte en la primera herencia. No son muchos los que no tienen una foto de bebé con una camiseta de River o Boca, pero no es el caso de ellos.

Claudio Marcelo es hincha de San Lorenzo, algo que el DT de Laprida no heredó, y tomó otro camino al convertirse en fanático hincha de Independiente de Avellaneda. "Ser hincha de Independiente me lo heredó mi tío Roberto 'Beto" Contrenecul que también jugó en Ferro y es ex combatiente de Malvinas. Siempre tuvo un fanatismo por Independiente. Cuando yo era chico me incliné por el Rojo porque él me contagió ese fanatismo. Decidí por mí, en otros momentos no tenía bien definido, pero mi tío me insto a que me haga hincha de Independiente", recordó el arquero.

Así como la familia Quiroga, en Comodoro Rivadavia y la provincia de Chubut hay infinidad de casos de padres e hijos que comparten la misma pasión en el deporte. Sería injusto nombrar solo algunos, pero en el día del padre desde Pasta de Campeón brindamos por todos los padres del deporte.