Cuando parecía que la renovación del contrato entre Lionel Messi con el Barcelona era cuestión de horas, surgió un inconveniente que alteró el tramo final de lo que parecía ser una cuestión de horas.

El club le habría pedido al jugador una nueva rebaja en su salario para poder inscribirlo dentro de las nuevas condiciones financieras que exige la Liga, algo que habría hecho que La Pulga activara el freno de mano.El culé no logra encajar los números para cumplir con el fair play financiero que exige LaLiga.

Según informó TN Deportivo, Messi está bastante enojado por este cambio de último momento, pero fuentes cercanas al futbolista indican que trataran de acercar posiciones.

Medios españoles indicaban hoy que el gesto de Messi en el aeropuerto de El Prat (movió el dedo índice como diciendo que no) habría estado vinculado a la posible no renovación y no porque se negara a firmar autógrafos a los fanáticos que lo habían ido a buscar.

Lo cierto es que Jorge Messi, padre y representante del Diez, y sus abogados, seguirán tratando de encontrar una solución a este tema antes del fin de semana.

La intención del Barcelona era cerrar el contrato de Messi en estas horas para que el argentino formara parte de la presentación del nuevo equipo en la Copa Joan Gamper, en el partido amistoso que el culé jugará ante la Juventus el próximo domingo.