La vida de Facundo Farías tuvo un giro rotundo durante la pandemia del coronavirus. De repente, y por culpa de ese virus que azotó al mundo, la joya del fútbol argentino que pretenden Boca y River perdió a su papá y a su abuela, dos de las personas que se encargaban de cuidarlo. A los 13 años, había muerto su mamá por un cáncer y dos años después, su abuelo.

Con tan solo 19 años, Farías quedó huérfano y al cuidado de su hermanita de 12 años, una responsabilidad mayúscula para el delantero de Colón.

“¿Querés ser mi papá?”: el pedido de Facundo Farías a su representante

Sin embargo, Farías nunca estuvo solo. Desde hace seis años, su representante, Martín Sendoa, lo cuida y lo acompaña como si fuera su hijo. De hecho ese vínculo quedó plasmado esta semana cuando se convirtió en su “tutor legal”, tal como le pidió el crack con lágrimas en los ojos.

En diálogo con TN Deportivo, Sendoa contó cómo fueron esos duros momentos después de la muerte de sus padres y también relató cómo fue que llegó a convertirse en su nuevo papá.

-Acompañás a Farías desde los 13 años, ¿cómo atravesaron estos meses con la muerte de su papá y su abuela por Covid?

-Él tiene una historia de vida difícil, con muchos golpes para una persona tan joven. La mamá murió a los 27 años de cáncer, cuando él tenía solo 13 años. Fue el abuelo de Facundo el que me abre las puertas de su casa y desde ese momento empecé a representarlo y a ayudarlo con sus necesidades. Desafortunadamente, su abuelo también murió al poco tiempo y Facu quedó a cuidado de su papá y su abuela.

Durante la pandemia, el papá de Facundo fue internado de gravedad por cirrosis (tenía problemas de alcoholismo) y al tiempo murió por Covid-19. A los pocos meses, también se enfermó su abuela, que también falleció por esta enfermedad. Fue algo increíble y fueron momentos muy duros para Facundo.

-¿Él te pidió que fueras su tutor legal?

- Sí. Todo se dio de forma natural. Una tarde estabamos tomando unos mates en el lobby de un hotel y de repente me mira y me dice ¿che gato, ¿querés ser mi nuevo papá? Para mi fue algo sorpresivo, pero él estaba convencido. ¿Querés ser mi tutor legal? me preguntó y la verdad es que me emocionó mucho. A tal punto que me puse a llorar. Fue un momento muy lindo. Ambos nos abrazamos y por supuesto le dije que sí.