Segurola y Habana: El comodorense que marcó a Maradona en su última etapa

Clausura de 1996. Diego Armando Maradona vestía la camiseta de Boca y tenía de compañeros a Verón, Navarro Montoya y Caniggia, entre otros. Un comodorense lo enfrentó en aquel campeonato y hoy lamenta no haberse sacado una foto luego del partido. “Recuerdo que tenía un olor a perfume importado increíble”, recuerda entre risas a PDC. ¿Sabes quién es? ¡Entrá a la nota y enteráte!

Torneo Clausura de 1996. Boca Juniors se preparaba para ser el recordado “equipo de las estrellas” comandado por Carlos Bilardo. Navarro Montoya, Luis Medero, Néstor Fabbri, Nélson Vivas, José Basualdo, Juan Sebastián Verón, Claudio Paul Caniggia y un tal Diego Armando Maradona integraban aquel histórico equipo al que luego se le sumó Cristian González.

El 10 volvía a jugar al fútbol argentino luego de una suspensión de 15 meses, tras el doping positivo del Mundial del ‘94 y algunas experiencias como entrenador  (Mandiyú y Racing). Aquella etapa de su regreso como jugador quedó en el recuerdo por el famoso “Segurola y Habana” al “Huevo” Toresani, el “piquito” a Caniggia, los cruces con Chilavert y algunas jugadas que solo podía hacer el 10.

El 17 de marzo de aquel año, Boca Juniors visitó a Huracán en el Tomás Adolfo Ducó. En el “Globo” se encontraba un comodorense formado en el Club Deportivo Portugués: Eduardo “Chueco” Castro. El lateral derecho había dejado Comodoro Rivadavia a los 22 años para jugar en Germinal y luego, en el 94, se marchó a Huracán.

“Chueco”, o “Pepe”, como le dicen sus amigos, dialogó con Pasta de Campeón sobre aquel partido y recordó al actual entrenador de Gimnasia de La Plata. Contó que se arrepiente de no haberse sacado una foto y reveló una imperdible anécdota sobre el olor de Diego.

“Jugué contra Maradona el día que debutó Verón. Fue una experiencia hermosa, fue un partido barbaro para nosotros porque a la semana lo citaron a Pineda a la Selección. Fue re lindo. Yo ni siquiera me saque una foto con Diego, quería mantener la rivalidad ni llevarme por la fama de él, cosa que me arrepiento. Un monstro. Su personalidad, su cabeza y juego. Hizo un par de cosas que no me olvido más. Totalmente distinto”, comenzó relatando.

Aquel partido por la segunda fecha del Clausura terminó 1 a 1. Juan Sebastián Verón marcó el tanto de Boca, en el día de su debut, a los 85 minutos, y sobre la hora empató Guerra para el “Globo”. Otro dato de color es que en el equipo de Parque Patricios también jugaba Rogger Morales, exDT de Huracán de Comodoro.

Castro continuó la charla revelando una imperdible anécdota sobre el olor del 10: “Te das cuenta del talento con detalles. Recuerdo que jugaba perfumado. Imaginate. Yo de Comodoro, en la puta vida se me hubiese ocurrido ponerme perfume para entrar a la cancha. Se sentía un olor raro y te acercabas a él y tenía un olor a perfume importado increíble (entre risas)".

“Recuerdo de un momento que le hice una falta a Caniggia  y se acercó Diego y me dijo ´tranquilo Castro, calmate´, hablándome como si fuese un jugador consagrado. Eso te hacia ver la inteligencia del tipo. Te hacía sentir que Maradona te conocía. Tenía esa condición de hacerte sentir importante. Una personalidad distinta, por eso es lo que es”, explicó.

Por último, recordó una jugada en la que mostró todo su talento técnico. “En una iba a marcarlo fuerte de atrás esperando que controlara y la toco de primera, de espaldas, y lo dejó a Caniggia solo. La velocidad de milésimas de segundos más rápida que el resto te demostraba que el tipo jugaba a otra cosa. Por eso digo que es el mejor de todos los tiempos. Por su personalidad y el talento”.

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