El hoy titular de Futbolistas Argentinos Agremiados rememoró su paso por el “Globo”, que si bien no fue extenso, muchos hinchas y amantes del fútbol de Comodoro Rivadavia recuerdan. “Desde el inicio hasta el final, solo recibí cariño por parte de mis compañeros, dirigentes y la gente en general”, recuerda el “Turco”.

Para el torneo de 1985/86, Oscar “Cacho” Cadars pensó en un defensor para reforzar su plantel y que casi 35 años después, este recuerda con añoranza su paso por Huracán.

"Fue una experiencia de vida maravillosa que me sirvió muchísimo como persona y en mi carrera como futbolista. Me costó irme porque desde el club querían que me quede más tiempo y hasta me ofrecieron trabajo en la ciudad”, indicó Sergio Marchi en declaraciones a la Federación Patagónica de Fútbol.

El “Turco” reconoció que su llegada a Comodoro Rivadavia no fue en uno de los mejores momentos de su vida, pero el llamado del entrenador de aquel entonces hizo que aceptara.

“Tenía a mis padres enfermos, mi situación económica no era la mejor y cuando el técnico de aquel momento “Cacho” Cadars, me llamó,  acepté. Para llegar a Comodoro hice mi primer viaje en avión y desde el inicio hasta el final, solo recibí cariño por parte de mis compañeros, dirigentes y la gente en general”, manifestó.

“Yo venía de jugar en Gimnasia de La Plata y Sarmiento de Junín pero en Huracán y siempre lo cuento en charlas o lo doy como ejemplo, conocí lo que es superar adversidades en el fútbol o hacer muchas cosas a pulmón”, valoró.

El viento, los compañeros y el fútbol

“Mi paso por ahí me enseñó muchísimo en la parte futbolística, a pensar los partidos y ser estudioso de todo el contexto. Te doy un ejemplo: en Comodoro el viento era un factor muy importante y me di cuenta que podía sacar ventaja con eso entonces durante la semana empecé a practicar patear desde lejos al arco o dar un pase al 9 viendo cómo y hacía donde corría el viento”, indicó sobre un factor preponderante en aquellos tiempos de Regionales.

“Lo mismo los días del partido, fijarme como estaba y la fuerza que llevaba para después calcular. Tuve aprendizajes en todos los sentidos. Después de Huracán, y mirá hasta que punto fue importante en mi carrera, estuve en Almirante Brown y sólo jugué 14 partidos antes de pasar a San Lorenzo”, agregó el defensor que dio un salto de calidad y que después jugó en Boedo.

Marchi repasó su paso por la ciudad y recuerda su alojamiento en el Liceo General Roca y recuerda sus momentos donde peloteaba con Oscar “El Bocha” Rodríguez hasta que éste regresaba a su trabajo.

“El Liceo Militar que fue el lugar que me dio el club y entrenábamos en la cancha del KM 3 cuando los muchachos terminaban con sus trabajos. Me acuerdo de otros compañeros como “El Ruso” Radevsky, Llesona, “Pica” Miranda, del “Pirulo” Britapaja,  “Topo” Márquez, Montero, Purita, Rivas, Palacios, Ovelar después también de Pedraza el utilero, Raulito el masajista y de varios más. A todos ellos les estoy agradecido sobre todo por la calidad humana y el apoyo que me brindaron en un momento difícil de mi vida”, recordó minuciosamente.

El Torneo Regional

“Deportivamente hicimos una buena campaña. Llegamos a la última fecha del cuadrangular final con chances compitiendo contra Cipolletti y Alianza de Cutral Có que finalmente terminaría ganando y clasificando a la Liguilla”, recordó.

Huracán, en el Regional de 1986

“Ambos tenían un equipazo y además estaba de un equipo de La Pampa. Nos tocaron viajes largos en la primera etapa (NdA: Rio Gallegos vs Bancruz, Rio Grande vs Sportivo y Puerto Deseado vs Ferrocarriles del Estado) en canchas durísimas, con climas difíciles, pero los superamos”, agregó.

El club y su paso por Comodoro Rivadavia

“El equipo jugaba bien y nos llevábamos muy bien también, todos los partidos de local era hermoso ver a la gente hacer cola para entrar a la cancha que siempre estaba llena. De visitante muchas veces viajábamos en micros escolares y alguna que otra vez en avión pero los disfrutábamos. Personalmente me tocó hacer varios goles y el nivel del equipo ayudó para generar ese vínculo de afecto con el público”, aseguró

“La reflexión que hago es que fue una experiencia de vida maravillosa que me sirvió muchísimo como persona y en mi carrera como futbolista. Me costó irme porque desde el club querían que me quede más tiempo. Después de unos años volví a la ciudad para un evento en la liga y dejé la camiseta que había usado. También fui «padrino» de un hogar que hay allá que se llama "Los Grillitos". Tengo y tendré los mejores recuerdos y siempre voy a estar agradecido por mi paso en Huracán”, cerró.

Fotos: Federación Patagónica de Fútbol | La Historia del Fútbol Comodorense