Thiago Alvez es uno de los chicos ayer, hoy jóvenes, que se calzaron la mochila en el hombro, que dejaron la casa y se lanzaron a la aventura de ir por un sueño.

Primero desde Comisión de Actividades Infantiles, luego a San Lorenzo y después a Independiente fue el camino que el mediocampista con alma de potrero y pelota bajo el suelo sorprendió al entrenador de Independiente, Julio Vaccari, quien lo sumó como sparring y luego le llegó una novedad que lo dejó más que feliz en el comienzo del 2025.

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Una lesión en 2024 lo marginó casi un semestre de las canchas. Alvez tragó saliva, alguna lágrima que le cayó alma adentro y salió con el botinero como desde Comodoro a seguir por donde venía: en la senda del crecimiento y desarrollo como jugador.

Rehabilitación, algunas molestias y hasta la cirugía lo llevaron a ponerse a tono para un 2025 con desafíos.

EL PREMIO MÁS VALIOSO

Es que Vaccari cuando lo llamó junto a su cuerpo técnico para ser sparring, como suele suceder en el club, fue un aliciente.

Sin embargo, lo mejor llegaría por medio de un nuevo premio: estar en la lista de futbolistas del plantel de Primera División para este comienzo de semestre.

El comodorense sueña con vestir la camiseta de Primera División en el Rojo
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Un pasito más para este joven, hijo del ex CAI y Huracán, Carlos Alvez que a 2 mil kilómetros celebró el triunfazo de su hijo, lo mismo que su madre y el resto de la familia.

Según averiguó Pasta de Campeón, puertas adentro de Independiente, Vaccari quedó muy conforme con el chico comodorense y además valoró que hasta en situaciones adversas por físico u otras, logró dar su máximo, algo que los entrenadores ponderaron.

En abril de 2024, el jugador juvenil debió someterse a una cirugía en su tobillo izquierdo, por una rotura de ligamentos y a pesar  de ello no se rindió nunca.

Solo fue un día de sparring para que el entrenador del plantel profesional, ojo clínico donde lo llevó desde Vélez Sarsfield y luego por Defensa y Justicia, que lo llevan a ponerlo como uno de los chicos del club con proyección.

El primero paso para Thiago Alvez será sumar minutos en la Reserva, donde la Copa Proyección será para darle rodaje y estar cerca del plantel profesional.

"Me siento muy bien físicamente después de la lesión y la verdad es que la pretemporada me sirvió muchísimo", indicó el comodorense ante la consulta de PDC en un corto diálogo, mientras se dirigía a entrenar.

SUBIABRE, EL HERMANO DE LA VIDA, Y EL SUEÑO INTACTO

EL comienzo del año 2024 lo llevó a Alvez a dialogar con Pasta de Campeón y a contarle que anhelaba ser tenido en cuenta para un potencial preseleccionado con la Sub-20.

La lesión, la recuperación y una base de parte de Javier Mascherano y luego de Diego Placente le dieron la espalda, aunque el comodorense, que empuja como el viento de la ciudad que lo vio nacer sabe que tiene una gran última chance: que Argentina clasifique y solar...

"Me gustaría estar en la Sub-20", le había dicho a PDC el jugador del "Rojo", ese es un objetivo que en silencio que el jugador sueña.

Sin embargo, con mucho afecto sabe que un hermano de la vida lleva la casaca del equipo Sub-20 como Ian Subiabre, a quien le desea lo mejor siempre, su compañero de mates, charlas y sueños.

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"Verlo a Ian con la Selección es una alegría muy grande para mi, porque se lo que significa para él estar ahí", aseguró.

"Lo que charlamos un día hoy se nos está cumpliendo y me pone muy feliz por el", agregó.

Alvez es una de las tantas historias de superación y lucha que tiene el deportista comodorense, el que lejos de los grandes centros urbanos y de Buenos Aires, lugar donde "Dios atiende", hace que este joven de 17 años siga con la cabeza fría y el corazón caliente para cumplir su sueño, el de llegar a Primera División.

Por lo pronto sueña despierto y con mucho trabajo, responsabilidad y dedicación es una de las joyas del "Rojo" de Avellaneda que quiere surgir y dejar la bandera de Comodoro Rivadavia en lo más alto.