El presidente Alberto Fernández explicó los motivos que llevaron a cancelar la organización de la Copa América en la Argentina a dos semanas del arranque del campeonato de selecciones. Aunque funcionarios del Gobierno aseguraban hasta ayer que el torneo no tenía “riesgo” sanitario, la decisión final obedeció a que las tres sedes elegidas por la Conmebol para disputar los partidos “están en alerta epidemiológica”.

“Lo que más me preocupó y nos llevó a tomar la decisión es que las sedes elegidas por la Conmebol eran Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y están todas en alerta epidemiológica”, destacó Alberto Fernández en declaraciones a radio AM 990.

“En muchos de esos lugares, estando en alerta, los gobernadores no lo respetan. Con el riesgo interno que tengo, no voy a sumar uno externo”, agregó en referencia a jugar la Copa América en Capital, Mendoza y Córdoba.

La Copa América debía disputarse a partir del 13 de junio en la Argentina y podía sumarse Chile como segundo organizador luego de que Colombia desistiera de organizar el 50% del torneo que le correspondía. Incluso, en una reunión desarrollada el miércoles pasado, el Gobierno argentino y la Conmebol evaluaron la posibilidad de que todo el certamen se juegue en el país pese a que la situación sanitaria y epidemiológica es muy complicada desde hace varias semanas.

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, afirmó esta mañana que “la realidad epidemiológica” hizo que la Copa América no se disputara en nuestro país tal como estaba estipulado. Dejó en claro también que las fuertes exigencias sanitarias del Gobierno nacional, planteadas en una reunión la semana pasada, hicieron que el organismo sudamericano evaluara otras posibilidades y descartara nuestro país.

“La Argentina tenía un compromiso para organizar la Copa América, pero la realidad epidemiológica lo impidió. Con tantos casos era imposible organizar un torneo de esta magnitud”, señaló el funcionario.

“Se trabajó con las autoridades de Conmebol en diferentes escenarios, siempre sujeto a lo que pasara con la segunda ola. Así que lo que terminó inclinando la decisión fue finalmente no solo ajustar los protocolos, sino la cantidad de casos”, explicó.