El “Verde” comodorense transita el comienzo de su 31er temporada en la Liga Nacional con un récord auspicioso de tres victorias de visitante y con la chance de disputar el Final Four ante su público en el Socios Fundadores. PDC te cuenta cuáles son las “patas” de esta estructura que le da sustento, a 2 mil kilómetros de Capital, a la ilusión de los hinchas y de una ciudad.

por Franco Córdoba

La salida de Gonzalo García era inminente luego de la temporada 2016-17, y la pregunta era: ¿Y ahora quién? ¿Cómo se mantiene al equipo en lo más alto? Y el interrogante más crudo: ¿A quién traemos como entrenador?

García, un verdadero conocedor del medio y creador de un estilo, decidió acercarle un nombre a la dirigencia encabezada por Juan Pablo Luque y ese fue: Leonardo Martín Villagrán.

Néstor Chávez, Villagrán, Juan Pablo Luque, Eduardo Opezzo y Claudio Pessolano el primer cuerpo técnico, de
Néstor Chávez, Villagrán, Juan Pablo Luque, Eduardo Opezzo y Claudio Pessolano el primer cuerpo técnico, de

Este último, sin romper y siguiendo con el plan que García había trabajado en el equipo, supo mantenerlo y con su propio estilo conformó su núcleo de trabajo con Eduardo Opezzo como ladero incondicional.

Sin embargo, bajo este equipo de trabajo, los directivos “mens-sana” decidieron seguir trabajando en vías del crecimiento institucional, cuidando el patrimonio y sin hacer locuras por contar con algún jugador que cobre fortunas sin el rendimiento esperado. Con obras en beneficio no sólo del básquet, sino de la comunidad y los chicos.

Gimnasia, el equipo que construye ilusiones desde el trabajo

Por otro lado, supieron mantener el “proyecto Villagrán” luego de una primera temporada donde alcanzó el séptimo puesto en Liga Nacional, en el debut, y los cuartos de final. Mientras que en la siguiente siendo 3ros, fueron eliminados por La Unión de Formosa.

La historia continúa

Un cuerpo técnico encabezado, nuevamente, por un hijo de la casa como pasó con Nicolás Casalánguida y luego con el “Villa”.

Supo enriquecer un estilo y él con sus ideas, sus modos y filosofía le dio una impronta que despierta curiosidad desde los cuatro puntos cardinales de la Argentina y es seguido de cerca por muchos actores del básquet argentino, por su corta edad y además por su personalidad.

El grupo técnico es otro de los eslabones de la cadena que se dedica a la transmisión de valores, que haya honestidad y generar un vínculo de confianza entre jugadores, cuerpo técnico y la dirigencia. Y aunque eso parezca abstracto, da como producto final los resultados y el crecimiento de ellos mismos y los jugadores que luego aun estando en otros equipos preguntan cómo está el club pensando en regresar.

Minuciosamente, en una competencia que al momento de los libros de pase son una carnicería, Villagrán prefiere la tranquilidad que le brinda la directiva en cuanto al jugador que necesita el equipo y así sucedió con la llegada de Franco Giorgetti, luego de su salida de Peñarol de Mar del Plata cuando parecía una locura, el arribo de Roberto Acuña, antes del comienzo de esta temporada, y la negociación por Sebastián Vega para que pudiera continuar en el equipo.

El buen momento de Giorgetti

Como fruto de ese trabajo, Gimnasia y Esgrima de Comodoro fue el primer equipo en cerrar sus incorporaciones y contar con su americano, Donald Robinson, desde el primer día de la pretemporada, algo raro para un americano, pero más aún para un equipo que está lejos de Buenos Aires y al que muchas veces lo juzgan solo por el viento.

El equipo

“Solidaridad y generosidad” son dos de las premisas que el entrenador y sus colaboradores usan para con el plantel.

El “Verde” mantiene una base de jugadores, algo valorable para el club, con Diego Romero como capitán y referente, no sólo afuera sino adentro del equipo que crece desde el seno del grupo hacia la cancha al momento de los partidos.

La salida de Lucas Pérez, la pasada temporada, y el posterior arribo de Jonatan Treise que revitalizó al equipo, junto al trabajo que realizó Manuel Buendía; el crecimiento de Yoanki Mensia, Bernardo Barrera, un viejo anhelo de Villagrán y que lo pudo recuperar desde Ferro.

Gimnasia, el equipo que construye ilusiones desde el trabajo

El estilo de juego que tiene Gimnasia tiene un denominador común y es el PASE: entre el cuarto y el quinto las defensas rivales quedan desajustadas y el lanzamiento a pie firme, o los cortes y/o penetraciones son inevitables.

Durante el comienzo de la Liga Nacional actual, Gimnasia fue un equipo que trata de lograr 20 asistencias, la escalofriante suma de 10 triples convertidos y cinco jugadores que alcancen los doble dígitos, que cuando eso sucede, consigue ganar aunque parezca utópico.

Gimnasia le anotó 14 triples a San Martín de Corrientes:

“Este equipo está necesitando de los diez que están jugando para que el equipo le vaya bien”, dijo hace poco el entrenador del “Verde”. Sin embargo, como un banquito firme y que se sostenga en el tiempo, necesita de las tres patas: dirigencia, cuerpo técnico y jugadores.

Foto: Gimnasia y Esgrima

Gimnasia, el equipo que construye ilusiones desde el trabajo