Luego de que el número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, apelara su deportación de Australia, a raíz de que las autoridades fronterizas revocaran su visa por no estar vacunado contra el COVID-19, desde el Gobierno de dicho país informaron que el deportista no será expulsado de forma inmediata.

Después de que el serbio apelara su expulsión del país, el abogado del Estado Christopher Tran aseguró que Australia no prevé proceder a dicha expulsión antes de que se celebre esa audiencia, prevista el lunes.

En tanto, el tenista se encuentra en el Park Hotel de Melbourne, un establecimiento calificado como “infame”, ya que alberga a los detenidos que fueron trasladados a Australia desde la isla de Manus y Naur. 32 todavía permanecen en el establecimiento que se ha convertido en una especie de centro de detención y que fue usado como hotel de cuarentena en 2020.

Mientras, a las afueras del recinto se aglomeró un núcleo de gente que apoya a Nole y partidarios de la no vacunación.

De ser finalmente deportado, el tenista serbio se quedará sin la posibilidad de jugar, a partir del 17 de enero, el Open de Australia, donde buscaba su 10º título y, además, batir el récord de 20 Grand Slams que comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.

Nole había obtenido una "derogación médica" para poder participar en el primer Grand Slam de la temporada. Esto provocó el rechazo de la prensa, de la población e incluso de la clase política australiana.

Frente a esta situación, la Fuerza Fronteriza de Australia emitió un comunicado: "El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada".

"Los no ciudadanos que no tengan una visa de entrada válida o cuya visa haya sido cancelada serán retenidos y expulsados de Australia", agregaron.