Eduardo “Coco” Oderigo fundó y dirige la Fundación Espartanos en la Unidad 48 de San Martín, provincia de Buenos Aires. A través del rugby busca la reinserción social de los internos. Hoy a las 19 horas estará brindando una charla en la Expo Industrial, pero antes se sentó con Pasta de Campeón y dialogó sobre este proyecto, la actualidad de los servicios penitenciarios y la importancia de trabajar con los internos para que la inseguridad pueda disminuir.

Eduardo Oderigo trabajó durante 15 años en Tribunales, juzgando en lo penal y viendo de cerca cómo los presos ingresaban a los penales y las problemáticas familiares que arrastraban. Tras abandonar su trabajo, y de manera circunstancial, conoció una cárcel en profundidad. Ese día surgió la idea de enseñarles a jugar al rugby a los internos y comenzó el proyecto: Los Espartanos.

Desde 2009 ya han pasado más de 550 personas privadas de su libertad y se ha implementado el rugby en unidades penitenciarias de Dolores y Campana (Buenos Aires), La Pampa, Salta, Jujuy, Tucumán, Neuquén, Mendoza y en la Alcaidía de Comodoro también se está practicando el deporte desde hace un mes.

Pasta de Campeón se sentó a charlar con Oderigo esta mañana antes de la conferencia de prensa que se llevó a cabo en el Hotel Austral. “Coco” llegó a Comodoro de la mano de Pan American Energy, quienes apoyan y difunden cuestiones sociales y deportivas en la provincia de Chubut.

¿En qué se basa la charla que vas a dar esta tarde?

-La idea es contar la historia de Los Espartanos, vinimos con Ezequiel para que también cuente su historia. Él estuvo preso durante varios años, formó parte de nuestro equipo y se pudo reinsertar a través del rugby. Meterse en la cárcel fue raro en un comienzo, pensaban que queríamos sacar ventaja. Yo tenía claro que el rugby lo pueden jugar todos y fui por ese lado. Fue así. El primer día fue embarrarnos a la par. Empezaron a agarrar confianza porque tacleábamos nosotros y ellos también y luego fue todo más fluido. Vamos a contar esa historia.

¿Qué cambios fuiste notando en los internos?

-Primero nosotros no les fallamos y  creo que a partir de ahí nos comprometimos en formar un equipo de rugby que luego se llamó Los Espartanos. Creo el cambio en ellos fue grande, tienen un oportunidad nueva. Antes ellos tenían en mente que el destino de la cárcel era la muerte y con esto del deporte vieron la luz y una forma de reinsertarse en la sociedad.

Hace poco fueron a la cárcel jugadores de Nueva Zelanda e Inglaterra…

-Sí, hace poco vinieron los jugadores de Inglaterra, y hace dos años los de Nueva Zelanda en un gesto de humildad enorme. Fue lo más lindo que nos pasó, que vengan los All Blacks significó algo increíble. Los chicos creían que no iba a pasar hasta que los vieron. Fue un agradecimiento enorme, hicimos un partido de cinco minutos que terminó empatado y también hicieron el haka que estuvo genial porque no se los hace a cualquiera.

Más allá de lo social, me imagino que técnicamente mejoran constantemente..

-Ellos se quieren superar constantemente, practican y aprovechan a mejorar cuestiones técnicas. Salen a entrenar todos los días y se van superando siempre. Taclean muy bien, juegan bien y ya hay algunos clubes que preguntan por los chicos (risas).

Ya llevas 10 años con Los Espartanos. ¿Qué conclusión te deja todo esto?

-Creo que hay que dar un paso y colaborar. Cuando alguien dice que esta gente se pudra y se muera, no es así. La solución del tema de la inseguridad no es fácil, hasta ahora se invierte en policías y patrulleros y creo que hay que meterse en sus casas, en sus problemas para que cada vez sean menos los reincidentes y las personas que delinquen. Tenemos que ganar los dos partes y creo que es por ahí.

¿Cómo ves la actualidad de los servicios penitenciarios?

-Hoy hay muchos más internos. Es un fracaso a la hora de definir cuál es el camino que hay que transitar. Hay que hacer algo más que poner patrulleros y policías. Porque después entran a las cárceles y salen nuevamente a robar, hay que trabajar sobre eso. Antes se dedicaban a ver cómo iban a hacer para robar nuevamente y que no los agarren. Esto del rugby los saca de ese mundo y de ese pensamiento, cuando salen lo hacen con otras ideas y con ganas de formar una familia. Hay que buscar la integración y un punto de encuentro.