El Instituto Superior de Formación Docente 810 el próximo 9 de septiembre cumplirá un nuevo aniversario. Sin embargo, es posible que esta vez no haya festejos. Es que el instituto donde se forman los profesores de Educación Física de Comodoro Rivadavia y el norte de Santa Cruz también está sumergido en el conflicto por el pago escalonado de sueldos.

Pablo Suazo, el director del Instituto Superior de Formación Docente 810 (Ex INEF), sabe que son tiempos difíciles. Mientras espera cobrar su salario como otros cientos de docentes de Chubut, tiene la obligación de gambetear las tres aristas del conflicto: los docentes que quieren parar, los que prefieren no hacerlo para no afectar el dictado de clases y la situación de los alumnos, aquellos que sueñan con convertirse en profesionales.

El instituto se prepara para cumplir un nuevo aniversario. Sin embargo, esta vez no habrá festejos. Es que el instituto donde se forman los profesores de Educación Física de Comodoro Rivadavia y el norte de Santa Cruz también se ve afectado por en el conflicto que vive la provincia ante el pago escalonado de sueldos.

“Vivimos esto con mucha angustia. Tenemos cinco carrera, casi 1000 estudiantes y en estos momentos hay chicos en los piquetes. Está difícil. Hay algunos profes que están dando clases, que son poquitos, y viviendo un momento muy complicado, sin ayuda del ministerio que paga los sueldos, el alquiler a medias y que no da partida de limpieza, de nada”, explicó Suazo a Pasta de Campeón.

Suazo asegura que hace poco tiempo tuvieron que cambiar calefactores y la plata la pusieron los chicos, que el Gobierno dejó de pagar la pileta y que también es costeado por los chicos, y que los 1000 conviven en tres aulas que hacen al instituto, el más importante de la zona sur de Chubut y norte de Santa Cruz.

“Llegamos a un momento que es muy difícil funcionar, pero los chicos le ponen el pecho groso, pelean por su instituto, no quieren que se caiga”, valoró el directivo.

Para tomar dimensión de lo que significa el instituto en la ciudad basta con decir que 180 alumnos trabajan en las actividades deportivas y recreativas que ofrece la municipalidad, 240 en la colonia de verano y otros tantos en el ámbito privado.

“El instituto tiene una impronta muy importante, pero estamos en un momento muy complicado. Esperemos que se soluciones pronto”, anheló el director.