Jorge "Locomotora" Castro, la otra "Mano de Dios"
La historia del boxeador caletense quedará marcada como una de las más grandes hazañas del deporte argentino. "La gente me esperaba en los límites, cuando llegué a Caleta recorrí en autobomba todo el centro. Fue lindo el recibimiento", rememoró el ex púgil.
El 10 de diciembre de 1994 en Monterrey (México) noqueó en el 9° round a John David Jackson luego de una pelea desfavorable y retuvo el título mediano de la Asociación Mundial de Boxeo, en lo que fue para muchos una o sino la mejor pelea de un argentino de todos los tiempos. La velada "El día de juicio" reunía a 5 combates de título del mundo organizadas por el promotor Don King en suelo mexicano.
El colega Matías Baldo, a través de un podcast, realizó un especial a 25 años de la consagración del púgil nacido en Caleta Olivia.
"Mi pelea fue como la de Rocky, la mía fue de verdad, la otra de ficción. Pero no me sentí Rocky, me sentí el Roña", indicó Jorge Fernando Castro.
Del podcast, llamado "La otra mano de Dios", comparten micrófono además del boxeador, su médico Walter Quintero, su sparring Enrique Areco y el periodista Horacio Pagani.
"Fue tan espectacular ese triunfo, Don King vio cuatro peleas de título del mundo y lo declaró como el boxeador de la noche y dijo este es el verdadero Rocky", admitió Pagani, histórico periodista de boxeo de Diario Clarín.
Castro defendió su cinturón de Campeón del Mundo de la AMB y confesó que: "Saqué una mano y lo pude noquear". Respecto al combate, el santacruceño admitió que no sabía que había sucedido la noche del combate ante Jackson. "Del cuarto al noveno me cagó a piñas, nunca pensé que me iban a pegar tanto ", rememoró.
"Vi la pelea más despareja de la historia", indicó Pagani, quien dijo que entre los periodistas argentinos le pedían al réferi del combate, el sudafricano Stanley Christodoulou, que frenaran el mismo.
"Nunca estuve al borde de caer, Jackson tenía mano de algodón y me pegaba en el mismo lugar", remarcó el campeón con su picardía de siempre.
Luis Espada, fue cura heridas en el rincón de Roña, pero también lo había sido del norteamericano (Mike) Tyson, del panameño Roberto (Mano de Piedra) Durán y tenía peso en ese entonces, esa noche le dijo al juez de la pelea en el rincón una vez cerrado el octavo asalto que "le dé el round del campeón"
Así fue como en el noveno round, Castro derribó a Jackson ante la mirada atónita de todo el mundo.
"Cuando le pego se le dieron vuelta los ojos. Un pegador nunca se da por vencido, así como estaba hecho mierda siempre pensé que podía poner una mano y poder noquear", reconoció.
"Cuando terminó la pelea entré en el vestuario había un espejo y me miré, me puse a llorar, nunca pensé que iba a estar tan roto. Después le dije al doctor mientras me cosía ´parece que me saqué el PRODE, porque saqué 17 puntos´", agregó entre risas.
Por último, "Locomotora", como lo bautizó el histórico periodista Carlos Irusta rememoró el recibimiento de su Caleta Olivia natal donde llegó "con cortes, todo el cuerpo inflamado y un sombrero mexicano".
"Como 20 mil personas estaban en el límite (provincia de Chubut y Santa Cruz, en Ramón Santos) y cuando llegué a Caleta en la autobomba recorrí todo el centro, estuve arriba del Gorosito. Fue lindo el recibimiento", recordó.
"Es una hazaña y nunca se va a olvidar", cerró.