Nadia Bravo, la judoca comodorense que hizo historia junto a Paula Paretto y marcó el camino en el sur
En la década del 2000 fue campeona argentina juvenil y compitió en torneos sudamericanos y panamericanos. Compartió un mundial con la "peque" y estuvo a un paso de llegar a las olimpiadas.
El judo la marcó para siempre. Como todos los que tienen hermanos mayores siempre buscan un faro y el ejemplo a seguir. Nadia Bravo siguió a su hermana Karen, que comenzó a practicar primero y se sumó a los entrenamientos en el Gimnasio Municipal 1 sin saber (o querer) lograr lo que luego terminó consiguiendo.
Actualmente sigue vinculada al deporte, y trabaja en distintos lados pero siempre se la ve en las actividades del Ente Comodoro Deportes. Ante el llamado de Pasta de Campeón no duda en aceptar la charla sin saber que recordar su pasado deportivo generaría en ella sentimientos muy fuertes, y por momentos estuvo al borde de las lágrimas.
"Mis inicios en el deporte se dieron cuando tenía 14 años, ya hace bastante tiempo pero lo recuerdo muy bien. Mi hermana se inició en el deporte primero y como obviamente la seguía a todos lados y era una garrapata pegada a ella, también me sumé al deporte. Después de uno o dos meses que ella practicaba, yo me sumé ahí a la actividad. Ella siempre fue una referente para mí en las actividades, así que siempre la seguía y acompañaba donde podía o donde me dejaba. Siempre tuvo que lidiar conmigo, así que también lo hizo en el deporte y la verdad se lo agradezco porque de ahí empecé a conocer lo que era el judo y a vivir una gran experiencia de vida que me formó a lo largo de un largo camino que llegó hasta los 30 años y que hoy también continúa siendo parte de mi vida como formación y obviamente me marcó como persona también", comentó Nadia en el inicio de la charla.
De a poco fue sumando experiencia, participando en diferentes torneos locales y regionales. A lo largo de su extensa trayectoria ha tenido formadores, y ella asegura que "referentes creo que no tuve uno solo, tuve varios y en distintas formas. Como admiración o como querer llegar a ese objetivo, lo fue en su momento Carolina Mariani, que fue una de las pocas judocas que pudo llegar a nivel olímpico y compitió. La verdad se mantuvo en un nivel muy alto mucho tiempo, ella fue una gran referente y por suerte tuve el gusto de poder luchar con ella y una gran persona igual. Creo que ella ha sido una gran referente de lo que es en lo deportivo. Como educador y como formación de mi carrera de judoca lo fue Roberto Grupallo, que fue mi técnico a lo largo de toda mi carrera, mi profesor, así que él ha sido un referente en lo que ha sido la profesión y el deporte", afirmó pero aclara que "también lo ha sido Daniela Krukove, que fue mi técnica cuando yo competía a nivel nacional y estaba en la selección argentina, así que ella ha sido una gran referente igual".
EL SIGNIFICADO DE SER CAMPEONA ARGENTINA
De a poco, y sin apuros, Nadia Bravo fue escalando en el judo nacional hasta lograr ser campeona argentina en Tucumán, algo que sin duda fue el inicio de algo muy positivo en lo personal. La judoca piensa un instante antes de responder y busca palabras para definir ese logro trascendental en su carrera. "¿Qué significó para mí ser campeona nacional? Creo que cuando lo logré a los 16, 17 años no tenía el parámetro de lo que estaba logrando. Enseguida eso dio la pauta o me marcó para ya estar dentro de la selección argentina y poder viajar a una Copa del Mundo a Miami y participar también del Mundial Juvenil en ese entonces, que se hizo en Túnez. Me abrió una puerta a lo internacional y fue un antes y un después de mi carrera. Aún recuerdo el nacional que gané fue en Tucumán, mi primer nacional que gané en Senior, que era una categoría más arriba que la mía y obviamente la mía y de ahí fue un despegue para lo que fue todos los torneos internacionales que vinieron", expresó Bravo.
EL GESTO DE PAULA PARETTO QUE NO OLVIDARA
En los últimos años, hablar de Paula Paretto fue algo más común. Pero a principio de los 2000 la "peque" no tenía ese reconocimiento actual pero ya demostraba su tenacidad a la hora de combatir.
Nadia Bravo compartió entrenamientos y competencia. Con Pasta de Campeón recuerda algunos momentos. "Con Paula, la verdad que tuve el placer, porque es así como se debe decir, el honor y el placer de ser compañera de ella en varios viajes y estar mucho tiempo compartiendo habitaciones. Todo lo que refleja los entrenamientos, el post, el previo, almuerzos, comidas, cenas, la verdad que es un placer porque es una persona muy grata al trato, a la charla y la verdad que es un gran ejemplo para cualquier deportista o para cualquier persona si no practica actividad", reconoció la comodorense.
A la hora de contar una anécdota, Nadia no duda y comienza su relato con lujo de detalles. "Tengo patente el reflejo en Holanda porque ella ya estaba cursando medicina y yo estaba recibida y dormíamos, fuimos las únicas dos mujeres que viajamos a ese mundial ya en señor y a Paulita ese mundial le fue re mal y estaba re amargada y re angustiada y ella compitió antes que yo y después me tocaba a mí y en ese mundial en una de las luchas se me mancha el 'chuey' con sangre y no te dejan luchar así entonces ella enseguida sacó su 'chuey' que ya lo había guardado porque no le había ido muy bien así que ya lo había guardado y me dice lucha con el mío y luché lamentablemente en esa lucha perdí por un error mío porque si se puede ver creo que es algo que quedó fijo en mi memoria y las redes lo recuerdan porque está grabado está la lucha en las redes y se ve que luchó con su 'chuey' y quedando dos minutos y me ganan la lucha y no faltaba nada y ese era un paso importante porque iba por el diploma así que por el diploma mundial en octavos pero bueno la verdad que siempre lo digo y creo que todo lo ven todo el país es un reflejo importante paula para cualquier otra persona y tener haberla tenido como compañera la verdad que fue muy grato, muy muy grato", afirma emocionada.
Nadia, a medida que avanzaba en su carrera deportiva, soñó con llegar a los juegos olímpicos, pero no fue fácil el camino a recorrer. Sin embargo, remarca en varios tramos de la entrevista que no se arrepiente de nada, y siempre dio todo.
"Sí, el objetivo obviamente siempre fue alcanzar las olimpiadas. Ese año no se dio para ninguno, creo que solo fue Manuel Lucenti y la verdad que fue muy crudo porque la situación del país estaba difícil y necesitábamos competir más internacionalmente y era muy difícil sostenerse y no era el apoyo como hoy tienen por lo menos los deportistas de Comodoro, aunque la verdad que debo decir que siempre se me apoyó y acompañó, pero era muy difícil acceder y bueno, quedé ahí en la puerta", afirma convencida de que dio todo lo que estaba a su alcance.
El silencio entre la respuesta y la próxima pregunta hace que ella tome la iniciativa y remarca: "debo decir que no quedó un gustito amargo porque hice todo lo que pude y lo que hasta el momento consideraba que debía hacer. Después de ese mundial en Holanda decidí no competir más y dedicarme a la profesión que había estudiado que era la educación física. Ayudo mismo para entregar a otros lo que yo había aprendido y bueno, así que fue una linda trayectoria de competencias y de experiencias. Así que re conforme con todo lo que he logrado más allá de no obtener la posibilidad de ir a las Olimpiadas", subrayó Nadia.
La emoción la invade al recordar su época de gloria con el judo. Uno en la rutina diaria muchas veces no se toma el tiempo de mirar hacia atrás, y la posibilidad de una entrevista hace que Nadia rememore momentos y situaciones que la llevan a emocionarse. "Como habrás notado, se me quiebra la voz y me emociona, creo que el judo formó todo lo que hoy soy, o como soy, tanto en lo profesional, en lo laboral, en lo personal. Me dio y me abrió muchísimas puertas, que obviamente uno se las gana porque fue mucho esfuerzo, y dejar muchas cosas atrás, de las cuales muchos me preguntan si me arrepiento, y para nada. Convencidísima que lo que hice y lo que dejé estaban bien, y era lo correcto, para ese momento y para hoy", admite.
Nadia Bravo hizo historia. Fue y es referente del judo en Comodoro Rivadavia y la provincia del Chubut. "Estoy orgullosa de todo lo que dejé y de todo lo que hice, y agradecida también a todos los que me acompañaron, y a los que no también, porque ellos te fortalecen para seguir adelante y empujar. Todos dicen que el judo es un deporte individual, pero para mí no lo es, porque sin un compañero para entrenar, sin alguien que te esté acompañando y guiando en ese entrenamiento, no podés. Así que creo que es un trabajo en equipo, y los objetivos logrados hasta ahora han sido por ellos, por todas las personas que me formaron, y me brindaron todo su conocimiento para que hoy llegue a donde estoy y cómo soy. Porque todos los valores y todos los aprendizajes que tuve en el judo, los aplico en mi vida personal, en lo laboral, y eso hace que sea hoy Nadia Bravo".
Han pasado 26 años desde sus inicios en el judo, y casi una década que no está involucrada en el deporte de manera directa, pero reconoce que su corazón siempre está ahí. "No estoy con el judo pero pasan estas cosas (una entrevista), que me recuerden o me reconozcan, o me hablan o me distinguen por el judo. Me pasa en lo laboral, se habla de judo y me miran, es como que el judo es parte mía y yo soy parte del judo, es algo que no me va a abandonar nunca", sentenció.
La actualidad de Nadia Bravo, a sus 40 años, la encuentra trabajando en varios ámbitos como en la municipalidad que trabajo en la Dirección General, vinculándome con muchas otras actividades y muchas otras instituciones. "Sigo vinculada y directo a mis raíces, a donde yo inicié y a la actividad municipal, la cual intento fortalecer y ayudar siempre para que aparezcan nuevos deportistas y que tengan la posibilidad de competir y de disfrutar lo que uno disfrutó o más también. También estoy en la Prefectura Naval argentina, que eso es otro de los ámbitos en el cual el judo me ayudó mucho a involucrarme por la parte de defensa personal y hoy estoy trabajando en otros aspectos que también disfruto mucho, que es la preparación física y la natación. También estoy en el Instituto de Formación Docente, en la parte de guardavidas, en el curso de guardavidas, que también estoy con la preparación física, que es mi fuerte y siendo guardavida es un placer brindar servicio a la comunidad y poder estar cuando alguien te necesita. Así que intentando formar personas con valores en la vida. Creo que en todos los espacios en los que estoy es lo que intento. Así que agradecida la vida que me ha dado tantas posibilidades y a las personas que hoy tengo al lado", concluyó la judoca que hizo historia y se emociona al recordar su historia deportiva, como la primera vez que se colgó una medalla en un torneo.