Leandro Bustamante, deportista ciego de la ciudad, recordó su paso por el atletismo, su experiencia en el alto rendimiento en el Cenard y su presente alejado de la disciplina ¡Concélo en Pasta de Campeón!

Por Analía Bahamonde

Nunca hubo limitación para Leandro Bustamante, atleta ciego de la ciudad, que entrenó en el alto rendimiento, con proyección olímpica y fue parte del equipo de atletas que tuvieron la posibilidad de entrenar en el Cenard.

Hoy con 31 años está alejado de la actividad desde el año 2014, es estudiante de la carrera de Abogacía en la UNPSJ y, cursando algunas materias, habló con  Pasta de Campeón: “estoy avanzando de a poco, es una carrera complicada, estudiando con la computadora, prácticamente el braille no lo estoy usando, lo sé bien porque lo use hasta que termine la secundaria, es más practico armar los apuntes en Word con un lector de pantalla, esa alternativa que es más práctica y es universal”, señala.

Recuerda muchas cosas de sus comienzos en el atletismo: “fui un afortunado desde la cuna, siempre se me inculco el deporte, todo empezó en el jardín de infantes, incentivado por el Prof. Raúl Galván, me vio condiciones en actividad física, y le dijo a mi mamá, que yo podría ser un buen deportista si me dedicaba”.

En la primaria, tuvo a su primer profe guía en una carrera, Leandro recuerda: “lo tuve al Profe Hernán Martínez, él fue mi guía en una carrera que se hizo en el colegio”, más tarde, en el colegio 515 entre tantas actividades que realizaba, lo desarrollaban en la actividad física y el deporte, participando de regionales, torneos provinciales y locales, en atletismo y natación.

De esa época, no pudo evitar emocionarse al mencionar a una de sus profes y que fue muy querida en la profesión, Natalia Picasso: “fue una profesora implacable de esas que hacen falta hoy en día, la verdad que era increíble”, remarcó Bustamante.

Con el apoyo de su familia, y sus profesores Leandro, desarrollo sus habilidades muy rápidamente, entre tantos docentes que lo acompañaron, él quiso nombrar a cada uno, que fueron parte de su formación, Alejandro” Perico Peñaloza, el Prof. Rodrigo Merlo, Paco Mayorga, Lucas Kaman.

“Me siento un afortunado de haber tenido a los profesores que tuve, uno tiene que acordarse de donde viene”. Unos de sus pilares en el atletismo, con el que son amigos, es Jorge Di Santo: “el no solo fue mi profesor, fue mi guía, el me ayudaba a competir a nivel nacional”, recordó de sus primeros pasos en el deporte.

El momento de tomar la decisión de ser atleta

Todo comenzó incentivado por los profesores Alejandro “Perico” Peñaloza, junto con el Profe Jorge Di Santo, y cuenta que: “me inscribieron en un torneo master, que se podía competir con discapacidad, era un clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Beijing”.

Allí fueron sus primeros pasos para probarse: “eso era como para ponerse a prueba, tener una idea de cómo era todo, yo competía en 100 y 200 metros, y estaba muy lejos de las marcas, pero me dijeron que si me dedicaba podía empezar”, señaló.

Intentar estar en la elite, tenía sus dificultades, sabiendo que el camino era difícil, por lo que Leandro comenta:” yo sabía todo lo que demandaba, el acompañamiento que se necesitaba, la discapacidad visual tiene el impedimento que siempre tenes que tener un guía, que te ayude para competir y a mí me costaba conseguirlo”, expreso.

Llego un punto que para hacer competencias de velocidad se necesitaba de alguien rápido, y tenía marcas considerada altas y cuanto mejor es tu rendimiento, mejor debe ser tu guía, me paso siempre eso”, señala entre risas.

Sus compañeros lo incentivaban en esas épocas que le costaba tomar la decisión de apostar a otro nivel:” una cosa es que te digan que quizás tenes las condiciones, y otra cosa es agarrar y decir me voy a dedicar a esto y voy a tratar de ver hasta donde llego”.

En ocasiones no hay inclusión destaca:” yo en ese sentido fui muy afortunado, había veces, que me preguntaban si yo necesitaba para correr un andarivel aparte para largar con guía, o si podía largar con los demás”, dejando una reflexión de la diferencia con el atletismo convencional.

“El atletismo con disminución visual, tiene la particularidad que un andarivel te asignan a vos, y el otro al guía, y el otro de los carriles lo ocupan los demás competidores, acá se me permitió "manifestó.

Al mismo tiempo, probó en agrupaciones atléticas diferentes entrenamientos, junto a Manuel Huenchillan, Nazario Araujo, Indalo y Federación Deportiva. Humilde y no queriendo dejar a nadie afuera, para nombrar, se muestra agradecido a todos: “siempre agradecido con eso, yo competí mucho en las actividades municipales, en atletismo y cuando se me permitía en natación”, señalo emocionado.

 La posibilidad de entrenar con el olímpico Leonardo Price y en el Cenard

Finalizados sus estudios secundaria, Leandro tomo la gran decisión, y fue clave un curso que se brindó en la ciudad, con la llegada de Javier Alvarez, en ese momento, el titular y entrenador de la Selección Nacional de Atletismo para ciegos y disminuido visuales, y estaba a cargo en el Cenard.

“Allí fue donde me impulso a irme, lo hable con mi familia, me dijeron que si, si es lo que quería que me dedicará, yo era consciente que tenía que mantener mis estudios, que eso era difícil”, comentó.

El Prof. Jorge Di Santos, era su entrenador comenta Leandro, para su desarrollo, “entrenaba en la pista y en el gabinete metodológico del gimnasio municipal N°1, tuve la ayuda incondicional de todo el equipo de Comodoro Deporte, siempre estuvieron”.

Así trataba de mantener su condición física, para mantener el rendimiento en la disciplina, recordando de esas épocas,” era muy lindo, tenía buenos compañeros de entrenamiento, con esta ayuda, y las gestiones para viajar, y poder competir, me anotaban en los torneos aleatorios que provee las selecciones para registrar marcar. Esos torneos, eran pocos al año, sumado a que si sos del interior, no ayuda mucho”, lo que si ayudaban para su participación eran Comodoro Deportes y Chubut Deportes”, manifiesta Leonardo.

Más tarde, tuvo una gran oportunidad de entrenamiento con otro guía, para ellos su esfuerzo debía ser el doble, una oportunidad que no desperdicio, fue la de entrenar con Hugo Aguilar y el ex atleta olímpico Leonardo Price, “fue un sacrificio muy grande, entrenaba en Rawson y en Trelew, y los fines de semana me venía a visitar a mi familia”.

A nivel nacional, Bustamente, participaba en los Open de atletismo, son homologatorios y clasificatorios, marcando una gran diferencia y la dificultad en la disciplina:” al haber menos cantidad de torneo, cuesta clasificar, esa es la diferencia con el deporte convencional. Es difícil estar, los sistemas de clasificación son distintos”.

Señalando como más importante en su carrera, el día que logro su mejor registro en el Cenard, en 100 y 200 metros llanos, en el open internacional de atletismo, "Yo me manejé a nivel nacional y los torneos que tuve a nivel internacional, me ha ido bien, no me han alcanzado para llegar más alto, estas cosas no se logran siempre, cuestan mucho trabajo, es un don, y a veces teniendo la condición tampoco se llega”, reflexiono.

“Yo no alcance a llegar a nivel internacional, estuve muy cerca y eso no se logra sino esta la familia y los profesores detrás, es todo un conjunto”. El mayor acompañamiento es su familia para él,” es el pilar fundamental, me considero una afortunado de tener la familia que tengo”, culminó.

Hay que apoyar a los chicos en lo que quieren lograr, que las familias incentiven

Menciono Leandro Bustamante, sobre el final de la entrevista con Pasta de Campeón, se tomó un momento para dejar un mensaje y valorar lo afortunado de tener una familia, que no lo limito y siempre acompaño, la clave fundamental para su desarrollo.

Soy una persona exigente, para todo lo que hago, eso me ayudo a concretar lo que me he propuesto, la discapacidad visual nunca fue un impedimento para mí, lo que hacían mis hermanos yo lo hacía, en lo deportivo y en el día a día. Nunca se me dijo no, esto no lo podes hacer esto es muy importante, que las familias traten de no limitar a las personas, a hacer los que le guste, a permitirles ser”, reflexionó

En su vida, no se privó de nada, “yo siempre hice atletismo, pero también hice otras cosas, natación, se andar en bicicleta, se utilizar rollers, patines, hay muchas cosas que yo he podido hacer, al haberlo intentado y al apoyo familiar, que es vital”.

Teniendo un gran proyecto de vida para su futuro, “aún me quedan muchas cosas por hacer, aun me queda terminar mi carrera, recibirme de abogado y después seguramente ejerceré, si hay algo que me queda pendiente es aprender a tocar bien el piano, estudiar idioma, como el inglés y el japonés”, como asignaturas pendientes.

Leandro, disfruta de la música clásica, le encanta leer y es aficionado al cine, lo que define como “una pasión". En cuanto al deporte, remarca si tuviera que cambiar algo, hubiera sido empezar desde más chico: "yo empecé a entrenar pensando en lograr la elite, desde más grande, y al deporte hay que practicarlo desde chico para tratar de hacer una carrera deportiva”.

Por último, aconseja “traten de ser disciplinado, responsable y elijan los que les guste y apasionen, siempre hagan el intento, se llegará hasta donde se tenga que llegar, siempre hay que tratar de no guardarse nada y explotar todo al máximo, es la manera de aprovechar la vida”, culmino