Anastasio "Taso" Nicolau es sinónimo de deporte en Comodoro Rivadavia y en especial en zona norte. Profesor de educación física, socio fundador de Comodoro RC e histórico colaborador del club Petroquímica. Además, lleva más de 40 años como comerciante con el kiosco "Don Bosco" de Kilómetro 8. Entrá y conocé su historia.

Por Maxi Ignao - Fotos: Carlos Álvarez 

Nicolau es un apellido conocido en el ámbito deportivo comodorense. Jugó rugby gran parte de su vida y también tuvo paso por el fútbol y el handball. Pero quizá su lado más reconocido ha llegado mediante su profesión de preparador físico. "Taso" comenzó a jugar al rugby a los 15 años con sus compañeros de tercer año del Liceo y desde aquel momento no se separó del deporte.

"Al terminar la escuela  me voy a estudiar a Viedma el profesorado de educación física. Allá, junto a mi amigo y compadre Roly Lacre, comenzamos a jugar al handball y  nos seleccionaron como refuerzo de Villa Congreso para ir al Nacional de Clubes ", comenzó relatando a Pasta de Campeón.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

Paralelamente al estudio en Viedma, ambos seguían ligados a la ovalada en Comodoro y hacían todo lo posible por poder estar los fines de semanas de duelos importantes con sus amigos.

"Estábamos tan comprometidos con Universitario que cuando se jugaban los clásicos con Chenque nos veníamos a dedo de Viedma el viernes. El sábado entrenábamos y jugábamos el domingo.  El lunes nos volvíamos en LADE. Nuestros compañeros del instituto nos pasaban el presente para no perder asistencia", recordó.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia
"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

Cuando volvió a radicarse en nuestra ciudad  junto a sus amigos iban de club en club porque tenían la gente pero no la estructura. Representaban a quien  las prestara las instalaciones. Luego de un paso por Asturiano, recaen en Gimnasia y de ahí nacería lo que hoy es Comodoro RC. Sobre esto, agregó: "nos juntamos un grupo de 15 o 20 personas porque nos habían ofrecido un terreno en Astra. Después de evaluarlo, juntamos el dinero y lo compramos. Es un orgullo ver en lo que se ha convertido hoy".

En el "Coirón" jugó hasta los 32 años, cuando una rotura de ligamentos le impidió continuar dentro del campo de juego, pero siguió siendo socio y colaborador. También le ha tocado representar a los selectivos de la Unión Austral  en los  campeonatos argentinos y hasta  enfrentó a muchos de los Pumas de aquellos tiempos. "En el seleccionado de Buenos Aires estaban todos. No podían creer cuando les decíamos que habíamos viajado más de 30 horas para poder estar y mucho menos cuando les contábamos que nuestras canchas eran de tierra. Igual en el partido no tenían piedad, nos comimos unos carros", admitió.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia
"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

Mientras practicaba rugby, también trabajaba como Preparador Físico, profesor de educación física en diferentes escuelas y en el tradicional kiosco que heredó de su padre en Km. 8. Sus primeros pasos como “PF” los dio en el Club Deportivo Portugués. Después recayó en Petroquímica donde luego de un tiempo llega también Víctor Hugo Doria y conformarían un equipo histórico que sigue generando nostalgia en los hinchas "verdolagas”.

"El primer año hicimos un trabajo con la gente que estaba y algunos refuerzos. Fuimos subcampeones del torneo local, pero se desarma ese equipo y armamos otro plantel con juveniles del club y refuerzos. Armamos un equipo muy competitivo. Salimos dos años consecutivos campeones e invictos. Después jugamos el regional, pasamos la zona de Chubut. Hasta que nos cruzamos con Olimpo, que terminó jugando la final y perdiendo el ascenso con San Martín de San Juan", recordó.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

Luego, tuvo un paso por Jorge Newbery, Tiro Federal y junto a Doria fueron a la Comisión de Actividades Infantiles. "La CAI te obliga a perfeccionarte y te permite conocer lugares y gente nueva. Por ejemplo tuvimos  la posibilidad de jugar un amistoso con el equipo juvenil  de José Pékerman que termina saliendo campeón del mundo en Malasia. Conocí al preparador Eduardo Urtazún y él me recomendaba bibliografía para que estuviera al tanto de todo lo nuevo respecto a la preparación física", rememoró "Taso".

Se sabe de lo respetado y querido que es Nicolau en Petroquímica. Se sabe de sus exigencias para levantar el nivel de sus jugadores y también del fair play que pregona. También que el sentimiento con la institución de zona norte es mutuo y es por eso que cuando lo buscan para colaborar, nunca dice que no.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

"Vuelvo a Petroquímica 2003 cuando el equipo estaba a punto de descender. Finalmente desciende y armamos un lindo equipo con chicos del club junto al ´Pato’  Macías. Salimos campeones de la ´B´, ascendimos y en el 2006 nos consagramos campeones del fútbol local. Fue el último título que obtuvo Petro. Al año siguiente terminamos segundos", contó sobre una de sus vueltas el "verde".

La historia de irlo a buscar se repitió hace un tiempo atrás. Cuando el equipo de zona norte estaba peleando el descenso y los jóvenes dirigentes de la institución fueron a pedirle ayuda. Junto a "Chicho" Cardozo se hicieron cargo del plantel superior. Desde su llegada el equipo sacó 38 puntos, se salvó del descenso y terminó cuarto en la tabla de posiciones.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia

En paralelo con el fútbol, también vivió la época dorada del básquet en "Petro". Fue PF de 1983 a 1988 de los equipos de  Miguel Leonori, Eduardo Bermúdez y Othar Macharashvilli.  "Logramos campeonatos locales, provinciales y regionales. En esos años se hace el gimnasio "Cemento" en tres meses.  Estuvimos a punto de jugar la Liga B, pero la empresa Petroquímica tuvo problemas con los empleados y se disolvió el básquet", afirmó.

Nicolau es un todoterreno. Una vida de preparador físico, más de 30 años de docencia en diferentes escuelas y cuatro décadas en el kiosco. Pero ante esto, hace un parate y admite que esto no hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de mucha gente.

"En primer lugar quiero agradecer a Marcela, mi esposa, que le decimos Bianchi en casa porque sabe más de fútbol que los tres hombres de la familia (risas). A Eumelia, mi madre, que ha tenido que estar muchas horas en el negocio para que yo pueda salir a trabajar y a mis dos hijos (kinesiólogos de Argentinos Junior y Arsenal), que siempre me han motivado para que siga con el deporte. No quiero olvidarme también de mis amigos, alumnos, colegas, compañeros de trabajo y jugadores que han hecho posible que pueda vivir tantos momentos inolvidables", sentenció.

"Taso" Nicolau, una vida ligada al deporte y la docencia