Digna de un cuento es la historia que comenzó a escribirse esta mañana. Un jugador de Caleta Córdova regaló su camiseta en medio de los festejos por el ascenso a la A, pero luego se arrepintió y lanzó un pedido público en las redes sociales. PDC se sumó a la campaña y hay recompensa. En el medio de todo apareció el hincha y un amigo se sumó a la historia. ¡Imperdible!.

Ni Sacheri se animó a tanto. Agustín Herrera, quien el último fin de semana obtuvo el ascenso a la Primera A de Comodoro Rivadavia con Caleta Córdova, sin querer está escribiendo su propio cuento. El mediocampista regaló la camiseta en el medio de los festejos, se arrepintió y comenzó a buscar al fanático del Puerto. Lo más loco, es que sobre el medio día apareció.

Pasta de Campeón contó este miércoles por la mañana la historia de Herrera, quien entregó la camiseta en medio de una entrevista. La alegría pudo más que la razón, pero luego cuando un amigo le hizo un comentario en las redes sociales sobre el valor simbólico que tiene esa casaca, reflexionó y solo quiso recuperarla.

La nota con el pedido y la recompensa (Herrera promete una camiseta original de Caleta Córdova y un pantalón corto. Su amigo Matías Cárcamo suma un pantalón corto de Flamengo, equipo que se consagró campeón de la División de Honor y PDC una gorra) disparó el pedido en las redes sociales y apareció el hincha en cuestión.

El XI ideal de la gente

El joven vía mensaje de WhatsApp manifestó su intención de devolver la camiseta. “La verdad, nosotros somos buenos pibes, puede haber cambio, lo puedo convencer a mi amigo”, comenzó diciendo.

Es que según explicó, le regaló la camiseta a un amigo y este viajó a Buenos Aires. Contó que ya le escribió y le contó el pedido y la propuesta de Herrera.

Pero todo no acaba ahí. Al conocer la historia, otros se solidarizaron con el volante y sumaron su granito de arena a la causa. Por ejemplo el DT  de Jamemú, el equipo de futsal,  prometió un pantalón corto y Caleta una chomba.

¿Tendrá final feliz este cuento? Eso solo lo saben los protagonistas, porque como dice el dicho hay cosas de la razón que el corazón no comprende.