El campeón juvenil del 79, que dio sus primeros pasos en Sarmiento

Osvaldo Salvador Escudero nació en Pasos de Los Libres, Corrientes, sin embargo  la localidad “lacustre” lo cobijó y lo crió en medio de interminables partiditos en sus primeras armas como amante de la pelota, la cual luego llevó a Japón y lo consagró en 1979. “Tengo los mejores recuerdos, me marcaron”, le dijo “Pichi” a PDC antes del homenaje del Senado de la Nación a los campeones en sus 40 años.

por Franco Córdoba

Escudero nació en el seno de una familia de cuatro hermanos, su padre, miembro del Ejército fue asignado al Regimiento de Infantería Mecanizado 25 y con su esposa partieron hacia Chubut.

“Cada uno tiene marcado su destino, creo que a mí me ayudó mucho mi papá que era militar porque yo fui futbolista gracias a él, don Osvaldo Salvador, como yo”, indica “Pichi”.

“Nosotros vivíamos  en Colonia Sarmiento, ahí es donde empecé a jugar a los 4 años. Toda mi infancia fue la pelota, pero mi papá cuando llegaba del cuartel nos ponía a mí y mis tres hermanos a jugar al futbol, ahí es donde aprendimos a definir con la derecha, izquierda, cabecear y definir”, recordó Osvaldo con añoranza.

La familia Escudero estaba a 15 kilómetros del pueblo y hoy, a más de 50 años,  el ex delantero recuerda el frío, las nevadas, la primavera y los torneos que organizaba Don Osvaldo.

Sarmiento y el Regimiento de Infantería Mecanizada 25

“No estuvimos mucho, fueron seis años, en los que a mí me marcaron pues no había televisión, entonces nuestra única diversión era la pelota. Cuando nevaba recuerdo que no podíamos salir a jugar, pero en primavera y verano papá armaba los torneos  los días sábado en el que habían tres equipos, en una terrible disputa”, cuenta el jugador que cerró su larga trayectoria profesional en Chaco For Ever en 1994, en una carrera donde no solo jugó en Argentina, sino que también lo hizo en el fútbol ecuatoriano y japonés.

“Nunca regresé a Colonia Sarmiento pero tengo los mejores recuerdos de una infancia sana, de ir a la escuela y llegar con mis hermanos a casa para jugar a la pelota. Mi padre nos había enseñado que había que lustrar el fútbol para que no se corten los hilos así que hacíamos eso, después jugábamos hasta que mamá nos llamaba a cenar en medio de la oscuridad”, agrega “Pichi”, que después emprendió  viaje a Buenos Aires, donde en 1978 debutó en la Primera  de Chacarita.

Este jueves, desde las 16 en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional se realizará un homenaje al seleccionado juvenil, que en septiembre de 1979 se coronó como primer Campeón del Mundo de la categoría.

A 40 años de este hito, el senador por Chubut Alfredo Luenzo sugirió realizar un homenaje al emblemático equipo y cuenta con el aval de la Comisión de Deportes del Senado de la Nación, que preside Julio César Catalán Magni senador nacional por Tierra del Fuego.

En Tokio, el equipo liderado por César Luis Menotti en el banco y con Diego Maradona en cancha, sumados s un recordado grupo de futbolistas le darían el primer título del mundo de fútbol juvenil.

“Fue un evento que quedó en el recuerdo de la gente y es increíble cómo nos recuerdan, eso me llena de orgullo. Fue un equipo que dejó un estilo de juego y no solo por haber sido campeones del mundo “, afirmó el futbolista que le marcó un tanto a Yugoslavia, en el segundo partido del Grupo “B” de la fase de grupos.

Por otro lado, Escudero, padre de Damián -ex Vélez, Boca y Villarreal de España,  no escatima en elogios con Menotti, de quien afirmó que: “Es el gran maestro, es quien le inculcó al grupo de cómo se jugaba”.

“Si bien habían grandes jugadores, el sello fue su estilo porque él deseaba que juguemos asociados en mitad de cancha, al ras del piso, en conjunto y desde mitad de cancha en adelante con mucha precisión donde ahí estaba gran parte del talento del equipo.  Por eso se hizo un seleccionado tan exitoso”, destaca el correntino.

Por último, “Pichi” reconoció que alzar la Copa del Mundo en Tokio, Japón, hace 40 años “da mucho orgullo por pertenecer al grupo de chicos que hicieron despertar a la gente a las 4 y 7 de la mañana. Es una alegría que no se compara con nada en toda tu vida; podes tener muchas felicidades, como un nieto o una gran esposa, pero la sensación en el futbol es incomparable”.

“Fue todo muy importante, en un momento difícil del país con los derechos humanos y con los desaparecidos, por eso creo que fue una brisa de viento en ese juvenil para la República”, cerró el ex futbolista en la antesala del homenaje del Senado en el que PDC estará presente.