Mario Santana se formó en la CAI y luego se fue a San Lorenzo de Almagro donde debutó en Primera. Sin embargo, el camino no fue fácil. En el medio dejó el Ciclón porque no tenía contrato y se volvió a la ciudad para trabajar en una gomería. “Son muchas cosas que te hacen crecer”, le dijo a PDC desde Italia.

Mario Santana se crió en el barrio Máximo Abásolo, se formó en la CAI y triunfó en Italia donde vive en la actualidad. El comodorense dialogó este jueves con PDC, contó cómo vive la pandemia por el coronavirus y recordó su infancia, sus primeros pasos en San Lorenzo y aquella vez que se volvió porque no le hacían contrato y terminó trabajando en una gomería.

“Me acuerdo muchísimas cosas porque son cosas que te quedan adentro cuando estás buscando cumplir un sueño. Los viajes con la CAI; cómo tenía que ir al entrenamiento, porque tenía que caminar una hora y volver caminando. Son sacrificios que uno tiene que realizar, cosas que te quedan siempre”, aseguró.

Santana recuerda como si fuera hoy ese día que dejó el Ciclón y se volvió a Comodoro por una sencilla razón. “Me volví a trabajar porque quería cumplir mi sueño pero también quería tratar de ayudar a mi familia y sacarla de donde estábamos. Veía que si jugaba pero no tenía contrato, ni plata para ver a mi familia y decidí irme. Al otro día ya estaba trabajando, en la gomería, vendía diarios. Son muchas cosas que te hacen crecer”, confesó.

Luego de su regreso a la ciudad San Lorenzo lo volvió a buscar, Santana firmó contrato y luego de un tiempo debutó en Primera de la mano de Oscar Ruggeri.

Al volante le quedan grandes recuerdos del Ciclón, su adolescencia y aquellos años en el club. “Llegue a una pensión, era una cosa nueva para mi. Fuimos con Franco Asencio, Alexis Cabrera, gracias a Dios estaba con ellos, no estaba solo. Ya vivir en una pensión no es fácil y salir de todas las costumbres que teníamos en Comodoro era difícil, pero uno siempre tenía en la cabeza su sueño, y el sueño estaba ahí: era aguantar y tratar de hacer lo mejor para poder llegar. Gracias a Dios tuve fuerzas para seguir hasta que llegó la posibilidad de jugar en Primera. Víctor Doria fue muy importante y el cabezón Ruggeri que me llevó a entrenar con ellos y me cambió totalmente todo”.

El nombre de Doria es una página aparte en la vida de Santana y sus palabras lo reflejan. “Le voy a ser grato toda mi vida. Fue una persona que para empezar mi carrera me dio mucho. Fui muy afortunado de encontrarlo porque a lo largo de mi carrera me acordé siempre de lo que me decía y fue uno de los que me dio la posibilidad para ir a San Lorenzo”.

El volante sabe que está en el final de su carrera, pero asegura que tiene mucho para dar, por esa razón quiere volver a las canchas una vez que se recupere de su lesión en el talón de aquiles. “Quiero seguir jugando, creo poder dar algo de lo que aprendí en mi carrera, entonces para darme fuerza miró siempre atrás, porque hice mucho y encontré gente que me ayudó para poderlo hacer”, sentenció.

Mirá la entrevista hasta las 19:00 en el Instagram de PDC