Luego del empate ante Independiente Rivadavia 1 a 1 en Mendoza, Boca quedó relegado en los puestos de vanguardia de la Liga Profesional y apuesta todo a su máximo objetivo: la Copa Sudamericana.

Este jueves, el Xeneize recibe a Cruzeiro de Brasil por los octavos de final, en un encuentro que puede definir muchas cosas en el futuro cercano y con el mercado de pases vigente, en las últimas horas Boca renovó sus esperanzas con un futbolista que juega en Europa.

Matías Galarza, volante por el que negoció largo y tendido en este mercado de pases, se fue de Bélgica en medio de un escandaloso conflicto con el Genk y viajó a la Argentina con el sueño de jugar con la camiseta azul y oro.

Juega en Europa, abandonó a su club para llegar a Boca y espera el llamado definitivo de Riquelme

El volante se plantó ante el conjunto europeo que había rechazado una oferta de 3 millones de dólares ya que pretende alrededor de 5 millones de dólares por el 50 por ciento de la ficha para dejarlo ir, pero Boca no piensa estirarse hasta esos números.

La voluntad del jugador ya quedó clara: quiere jugar en Boca y se encuentra en Argentina para que se encaminen las charlas y se concrete su arribo. Otros clubes se han fijado en él, como Udinese o New England Revolution, pero Galarza parece haber elegido al Xeneize hace tiempo.

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Su deseo tan grande por jugar en el Xeneize despertó el enojo del conjunto del Viejo Continente que espera una mejor oferta en los próximos días para decidir finalmente que hacer con el futbolista que también tuvo un paso por Argentinos Juniors.