Un 14 de mayo de 1983, Víctor Hugo Doria le dijo adiós a la actividad luego de una larga y exitosa trayectoria como jugador. Integró el plantel de Los Matadores de San Lorenzo, primer campeón invicto del fútbol profesional de AFA; estuvo diez años en el Sporting Gijón, España, donde hizo dupla Ricardo Rezza, y tuvo un fugaz paso por América de Cali en Colombia.

Por Carlos Alvarez - Pasta de Campeón

Un referente del fútbol comodorense. Eso es Víctor Hugo Doria, quien el 14 de mayo de 1983 tuvo su partido homenaje donde le dijo adiós al fútbol. En ese amistoso se dieron cita grandes estrellas del fútbol mundial como por ejemplo quien luego se convertiría en el máximo ídolo del fútbol, Diego Armando Maradona, quien hizo entrega de una placa recordatoria.

El origen futbolístico de Doria hay que buscarlo en el "Parque". Hizo las divisiones formativas en General Saavedra, el club de su barrio, donde nació un 20 de junio de 1948. Su debut en Primera División se remonta al año 1963.

Doria jugó varios partidos con la camiseta del seleccionado comodorense y participó en varios Argentinos. Su carrera deportiva comenzó a cambiar un 7 de marzo, cuando por gestión de Oscar Santos - delegado regional en San Lorenzo - viajó junto a "Beto" Bellido, recientemente fallecido, a una prueba en el club de Boedo. En enero del año siguiente, San Lorenzo optó por la transferencia definitiva del marcador central, haciendo su debut con la camiseta "azulgrana" en la Tercera División con un empate sin goles frente a Estudiantes de La Plata.

El comodorense también formó parte de una convocatoria a la Selección Nacional Sub23 en 1970, antes de ser cedido a préstamo al Deportivo Cali de Colombia, donde no pudo jugar por una distensión de ligamentos que lo obligó a volver al país.

A mediados de julio de 1973 se dio su transferencia al Sporting Gijón por una suma de 25 mil dólares, y obtuvo la doble nacionalidad para poder jugar en España. Con esa camiseta fue subcampeonato en la temporada 78/79 y fue finalista dos veces de la Copa del Rey. También disputó tres veces la Copa UEFA (Unión Europea del Fútbol Asociado).

Haber estado una década en el fútbol español hizo que Doria sea el embajador comodorense en Europa, donde supo ganarse el respeto y cariño del ambiente futbolístico. Como jugador tuvo su partido homenaje el 14 de mayo de 1983 donde recibió un merecido reconocimiento, y de ahí quedó para la posteridad la foto con Diego Armando cuando todavía no era "Maradona".

Al año siguiente lo quiso traer Huracán de Comodoro Rivadavia para jugar el Regional, pero demoras administrativas hicieron que la operación se trunque. En 1984 se sumó a la escuela de fútbol de Deportivo Portugués y al año siguiente salió campeón logrando el ascenso a la Primera División A.

Tres años después inició un proyecto en Petroquímica donde permaneció seis años, logrando varios títulos y devolviendo el éxito que el "cementero" no tenía desde la década del 60.

Antes de comenzar el exitoso proyecto en CAI estuvo junto a "Taso" Nicolau en Tiro Federal, donde no se pudo dar el ascenso por un quite de puntos, pero la campaña en el club de barrio Cemento es muy recordada.

Luego vino la primera etapa en CAI y una temporada después que el "Azzurro" se afilió a la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia ya había logrado el ascenso a la máxima categoría. Doria también dirigió en el Sporting Gijón en 1995 junto a Rezza, y al volver al país, se hizo cargo como mánager del Departamento del Fútbol Amateur (Director General de Divisiones Juveniles).

La segunda etapa en el "Azzurro" fue dirigiendo nada más y nada menos que en el Nacional B. Uno de los últimos clubes que dirigió en Comodoro Rivadavia fue Huracán, donde llegó en agosto del 2010 para dirigir el torneo Argentino B. Logró la clasificación en la fase de grupos, y una vez logrado ese objetivo decidió alejarse de la institución.

Sin dudas, Doria es un referente del fútbol comodorense que siempre supo representar de la mejor manera a la ciudad. El recuerdo de un pionero que marcó el camino para muchos.