Volvió a jugar luego de un año y medio, ascendió con Tiro Federal y regresó al "Aguilucho" para pensar en el retiro

Se alejó en silencio del fútbol en el 2023. De un día para el otro dejó de entrenar en Palazzo, y priorizó el tiempo con su hijo. A sus 33 años, el trabajo y la familia es lo primero para él, pero el año pasado y luego de una charla con Gabriel “Chino” Campos le dieron ganas de ponerse los cortos y atarse los botines para jugar. Tiro Federal lo recibió con los brazos abiertos, y Emiliano Luquez aportó lo suyo para ascender: experiencia, pausa con la pelota y una buena pegada.

En el barrio Cemento consiguió el objetivo colectivo de todo el plantel, y satisfecho con eso recibió un llamado muy particular. El “Pato” Antognoli pegó la vuelta al “Aguilucho” y lo llamó personalmente para que vuelva.

“Estaba alejado por decisión propia, la verdad que el fútbol ya no era prioridad. Obvio que lo laboral y jugar ya cansa, estamos un poco grandes y la verdad que cuesta, pero mi hijo me insistía que me quería ver jugar y tome esa decisión de ir a Tiro”, confesó.

En el conjunto de barrio Cemento, donde fue dirigido por Daniel Macías, se tuvo que ganar el puesto. A veces fue suplente, y cuando le tocó sumó su fútbol y experiencia. Al final hubo recompensa porque lograron el ascenso a la Primera A. “Volver a jugar no lo tenía pensado la verdad, pero entre chiste y chiste con el ‘Chino’ Campos, me fui comiendo un poco la cabeza y como me gustan los desafíos tome la decisión de ir y tratar de poder dar mi granito de arena en Tiro Federal. Gracias a Dios se dio por toda esa gente que me trató como a uno más,y muy feliz de la gente que conocí, se lo merecían", explicó el zurdo que vuelve a su casa en este 2025. 

Sobre el regreso al club que lo formó y lo vio crecer, Emiliano remarco que hubo un llamado especial. "Y Palazzo es mi casa, yo lo siento así. Si bien las ganas de jugar ya no estaban se extraña siempre ponerme la camiseta roja y negra. Con la llegada del ‘Pato’ (Antognoli) y el llamado de él, y mi hermano que siempre está pinchandome para volver, me dije vamos un año más”, resaltó con los ojos grandes y una amplia sonrisa.

Emiliano se sumó a la pretemporada esta semana. Conoce cada rincón del club, ya no es el pibito que pasaba desapercibido y solo sobresalía cuando la pelota le llegaba a su zurda. Sabe bien lo que un club necesita, y es trabajo y contención para los más pibes. “La verdad me gustaría también ayudar en la parte futbolístico en las inferiores del club creo yo que es lo más importante, pero vamos a ver cómo termino este año”, resaltó Emiliano y se fue en silencio como cuando llegó.