Mientras Juan Román Riquelme, máximo ídolo de la historia de Boca, aparece en boca de todos los medios de comunicación por su rol como vicepresidente del Xeneize, hoy algunos medios recuerdan que hace 8 años anunciaba su regreso al “Bicho” de la Paternal para dar una mano e intentar regresar al club a la primera división.

Ese objetivo fue cumplido en una temporada y luego el 10 decidió alejarse de Argentinos Juniors. En ese proceso, el nombre de Román apareció como posible refuerzo de Guillermo Brown de Puerto Madryn.

¿Cómo se iba a gestar la llegada de Riquelme a la ciudad chubutense?

En aquel entonces el enganche se encontraba de novio con Stefanía Domínguez, quien es nacida en Puerto Madryn. Román viajó en varias ocasiones para visitar la ciudad de las ballenas y a la familia de su novia y por ese motivo el club pensó seriamente en contar con el 10.

“Es un sueño, pero no es imposible”, afirmaba Carlos Eliceche, presidente de la institución patagónica, en diálogo con Infobae en enero del 2015. La intención de quedarse con los servicios del “10” no estaba fundada en impulsos irracionales, sino que respondía a datos insoslayables: el padrastro de Stefanía Domínguez, su novia, era un conocido empresario local y amigo de Eliceche.

Finalmente solo quedó en rumores y en deseos de los hinchas de La Banda. Román decidió colgar los botines tras su paso por Argentinos y, a los pocos años, se postuló como dirigente de Boca Juniors.