El nuevo jugador de Gimnasia de Comodoro y su dura vida: luchó por un hogar, el sueño del básquet y de una familia

El nuevo jugador de Gimnasia de Comodoro y el milagro de vida por ser basquetbolista con una dura infancia y un camino que sino fuera por el de la práctica del deporte, otro hubiera sido su presente u historia.

Su madre entraba y salía de la cárcel por problemas de índole mental. Lo crió su abuela, vivió con su prima y con sus hermanos más grandes, encontró en el básquet un escape para una vida sufrida en los inicios.

Travis Daniels es el nuevo interno de Gimnasia de Comodoro Rivadavia, pero también es una historia de lucha y superación en tiempos oscuros, donde el básquet para este niño nacido en el estado de Alabama le dio el escape.

"Yo era el chico que solía ser ignorado", dijo Daniels, en una entrevista en CBC Edmonton. 

Daniels, de 32 años, nació en Eutaw, Alabama, una pequeña ciudad de unos 2.600 habitantes.

Nació y rápidamente se fue a vivir con su abuela, ya que su madre biológica tenía problemas de salud, donde ingresaba y salía de la cárcel.

La misma abuela cuidaba de Travis y de sus seis hermanos, quienes a medida que iban creciendo cruzaban al Gran Parque donde los hermanos se juntaban para jugar al básquet.

"Yo solía ser el chico que iba siempre de acá para allá. Yo era el chico joven", dijo Daniels.

En un nuevo volantazo y marca en su vida fue la salud de su abuela y de dejar de vivir junto a ella, con un año de hospitalización, para que llegara a la casa de una prima.

Aún así, Daniels hizo hincapié en que el básquet era su motivo de seguir adelante. "Yo diría que el deporte siempre ha sido lo único que me ha mantenido en marcha".

"Siempre tuve eso y la escuela, pero luego, el baloncesto fue... mi terapia", agregó.

TD trataba de copiar y pensarse a la altura de las estrellas de ese momento, con sueños y anhelos, como lo llevaban a un viaje de la mano de Allen Iverson o el mismísimo Kobe Bryant, megaestrellas de la NBA.

Su buena mano con los triples le permitieron ganar dinero de la mano de su talento y así escapó de la vida de pandillas y drogas en la ciudad.

Los tiros desde el perímetro desde cualquier punto fue tarea normal para Daniels y, con el tiempo, empezó a incumplir el toque de queda, por lo que su primo lo echó de la casa.

DE CASA EN CASA Y SIN LUGAR, PERO CON UNA META Y LA APARICIÓN DE UN HOGAR

La hermana mayor de Travis lo cobijó un tiempo en su casa pero no duró mucho la convivencia, donde una acción marcaría su futuro y el de su vida.

Una trabajadora social fue a la escuela de Daniels y habló con una consejera escolar (Tamika Thompson) que deseaba contar con los expedientes académicos, mientras en sus manos sostenía una bolsa ed basura con la ropa del joven y diciendo que la hermana no podía cuidarlo. La razón, que debía cuidar de sus propia familia.

Lejos de hacerlo a un lado, la propia Sra Thompson le dijo a la mujer que Daniels se quedaría bajo su cuidado y el de su esposo Stan.

No pudieron convertirse en sus tutores legales, por lo que terminó siendo ubicado en un hogar grupal solo para varones. Pero los Thompson siempre se mantuvieron en contacto, dijo Daniels. Aunque Tamika es su madrina, Daniels la considera su madre.  

"Me acogieron y desde entonces construimos una relación", dijo. "Hablamos todo el tiempo".

En un chasquido de dedos, TD pasó de un metro setenta y cinco en noveno grado, a un metro ochenta y siete dfos años después.

EL CAMBIO DE VIDA Y UNA NUEVA FAMILIA EN SU VIDA

Para Travis, la aparición de Harlan y Linda Winston fue un nuevo comienzo, quienes lo adoptaron, a pesar de que tenían tres hijos propios"Es un buen tipo, un gran hombre", dijo Daniels. "Un gran padre... alguien con quien puedo hablar de cualquier cosa".

Se graduó de la escuela secundaria y jugó dos años en el Shelton State Community College en Tuscaloosa, Alabama, y ​​finalmente le ofrecieron una beca completa en Mississippi State, una escuela de la División 1 de la NCAA.

"Eso fue algo surrealista para mí", dijo Daniels.  

Ecuador, Luxemburgo, Alemania, Grecia, Canadá, Chipre, República Dominicana, Bulgaria y Rumania fueron los lugares donde este interno9 de 32 años llega a Comodoro para vestir la camiseta de Gimnasia de Comodoro.

Quienes lo conocieron saben que Daniels no da nada por perdido, como si su vida no lo hubiera llevado a luchar mano a mano y donde sus manos y su juego lo llevaron a seguir adelante cuando su hogar se esfumaba como una vida de carencias, con ángeles que aparecieron en su vida.