La historia del "MVP" de la LNB, con sabor a "melao de caña": Yoanki Mencia y el premio al sacrificio, de Cuba a la conquista de Argentina
Dominio en la temporada, el mejor en la cinal de la Copa Súper 20 que lo vio campeón con el equipo que lo vio debutar en LNB y ahora una frutilla del postre para una temporada de ensueño, que el caribeño busca coronar con un gran cierre de temporada con el "Verde". Una historia de superación.
Yoanki Mencia, el ala-pívot de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, se consagró esta 2022-23 como el MVP de la temporada, tras ser elegido con el 34,2% de los votos, y al Mejor Extranjero, con el 47,3%.
El cubano fue líder ofensivo del conjunto de Comodoro, es uno de los valores por los cuales el equipo de Martín Villagrán obtuvo el tercer puesto en la fase regular y se quedó con la Copa Súper 20. Mencia promedia 16.1 puntos y 7.6 rebotes.
Una historia de sueños, trabajo y resiliencia
Uno de los "Hijos de la Isla" es parte importante del equipo de la ciudad que disputa su séptima temporada. Sus comienzos, el básquet en su vida, su gente a la cual extraña, su amor por el baile, el dominó y la historia de cómo la NBA le dio el empujón necesario para hoy vivir de lo que ama con profesionalismo y que lo lleva a ser uno de los jugadores más dominantes del conjunto "mens-sana".
Mencia nació un 23 de enero de 1997 en Sancti Spiritu, en la mitad de la Isla, en la cual el hoy basquetbolista tuvo otra pasión.
"Antes de entrenar, yo le apuntaba al béisbol, pero por familiares que jugaban en la Selección de Cuba empiezo a verle el gusto y después con 7 u 8 años me incliné para dar comienzo a practicar a nivel escuela. Luego fui creciendo y ya participaba de torneos locales con U15, U16 y de ahí ya se fue dando mi carrera", indicó.
Cuba dio grandes peloteros y corredores, boxeadores, recordman olímpicos como Javier Sotomayor y figuras del vóley, entre tantas disciplinas, pero Yoanki no veía televisión, sino que tras su salida de la escuela agarraba la pelota color naranja.
"Entraba a las 8 de la mañana y salía a las 4 y 20 de la tarde, donde me iba derecho a jugar baloncesto. Mi primer empuje para que yo siga con el básquet fueron mis tíos, que si bien no alcanzaron a ser profesionales, por la edad, fueron los primeros ejemplos", reconoció una de las grandes figuras del plantel "mens-sana".
El primer impacto: la NBA en la Isla y la bendición para crecer en lo deportivo
Con 15 años, Mencia y Cuba disputan un torneo en Venezuela y a su regreso la NBA desembarcó pro primera vez en la Isla, en donde Steve Nash y Dikembe Mutombo, en ese entonces base y pívot, fueron parte del Básquet Sin Fronteras.
Mencia es uno de los dos elegidos en su "casa" para un nuevo evento de la NBA que sería en República Dominicana.
"El que me dio la noticia de que había sido seleccionado fue Mutombo. Con sus 2.18 metros y un traductor y voz finita me indicó que quedaba elegido para el siguiente evento", recuerda con añoranza y con un brillo especial que lo lleva al propio cubano a la niñez y pre adolescencia.
De ahí en República Dominicana elegirían a diferentes jugadores juveniles para un siguiente Básquet Sin Fronteras -que sería entre jugadores de la edad del cubano a nivel mundial- que se celebraría en Canadá, en la semana previa al Juego de las Estrellas, el último de Kobe Bryant.
"Tuve la chance de estar en ese Juego de las Estrellas, el último de Kobe Bryant, fue la verdad una experiencia hermosa y ahí de esos dos campus y el comienzo con la Selección Nacional me dieron la chance de alcanzar el paso a Gimnasia y Esgrima", recordó el jugador que también vistió la camiseta de Ameghino de Villa María, Córdoba, en la Liga Argentina.
Mencia tuvo de compañeros a grandes compatriotas y formados también en la selección nacional como Jassiel Rivero, Justiz Ferrer (que pasaron por la Liga Nacional de Básquet) y que en muchos casos llegaron a dar el salto a Europa. "Son jugadores que hoy están en el exterior y que yo en ese momento fuera seleccionado fue de gran valor para mi carrera para crecer en otro país", reconoció el basquetbolista que durante la actual campaña anotó 46 puntos ante Atenas de Córdoba su récord personal.
El último Juego de las Estrellas ed "Kobe" con Mencia como invitado
En el NBA All Stars Games de 2016, que se celebró en la ciudad canadiense de Toronto, el hoy jugador de Gimnasia y Esgrima -que le brillan los ojos y se le nace una sonrisa cuando narra la anécdota- apuntó del gran campus que le marcó un camino. "Relacionarte con el ámbito de la NBA y sus entrenamientos. Fue una clínica de tres días en donde lo vivís intensamente con ex jugadores que no lo hacen profesionalmente, pero te hablan y aconsejan. Ahí vas dándote cuenta como son los procesos de la Liga, pero también aparecen estrellas como Yao Ming y te sorprendes, indicó "Yoa" en charla con pasta de Campeón.
De este grupo de jugadores del Básquet Sin Fronteras Global NBA de Canadá estuvieron presentes junto a Mencia: DeAndre Ayton (Bahamas- Phoenix Suns), Shai Alexander (Canadá - Oklahoma Thunders), Frank Ntilikina (Francia-dallas Mavericks), Rui Hachimura (Japón-Los Angeles Lakers).
De la NBA a Gimnasia en Comodoro, el comienzo de la historia
Eran las 10 de la mañana de un 8 de enero de 2017 y lo esperaba Alejandro Paincho a un Yoanki que solo atinó a ponerse contento cuando su agente le indicó vía correo electrónico que "debía viajar a la Argentina para seguir con mi desarrollo".
Un viaje a un Centrobásquet con Cuba, siendo juvenil, un torneo en China y la noticia. "No sabía nada de la ciudad, ni la había buscado, me puse muy feliz y comencé a hacer lo s trámites para el traslado", dijo el nacido en Santi Spiritu.
En su llegada a Comodoro Rivadavia sus primeros laderos fueron Enzo Amado, Bruno Simondi y Matías Sosa. "Lo primero que me pasó por la cabeza fue preguntarme, en dónde estoy. En verano con viento y encima con buzo para el abrigo, era muy loco eso", se ríe y también intenta transmitir la nostalgia que le da sus inicios a los casi 7600 kilómetros que lo separan de su hogar.
"Me sentí muy bien y siempre agradecido a la gente que me ayudó. Me costó por el cambio y nunca había salido tanto tiempo de la casa, el clima no fue fácil", reconoció el cubano.
La soledad, el hacerse en un ámbito diferente y el temple que va consiguiendo un adolescente que con 19 años tuvo que valerse por sí mismo.
Los Mencia Hernández, una familia numerosa y a la que "Yoa" extraña
"Te despegas de tu familia y, es duro", mientras que Mencia suspira y su voz hace una pausa. "pasa el tiempo y ahora hace un largo periodo que no veo a mi gente, por eso cuando tocan las ventanas uno trata estar a su lado sin dejar de lado el representar a tu país. Pero el tiempo que estoy junto a ellos lo aprovecho al cien, aunque se hace feo y duro", reconoció el actual alero de 26 años.
Desde hace dos años que el cubano no se encuentra con los suyos en vacaciones, ya que post pandemia y con el permiso para viajar a la Argentina, donde estuvo 8 meses durante el confinamiento por Covid-19, el basquetbolista paso un periodo largo junto a los suyos y ahora confía que es duro. Porque tras su paso por Ameghino de Villa María en la Liga Argentina se dio cuenta que para dar el salto en cuanto a lo físico y su juego en la Liga Nacional y ser dominante había que dejar de lado lo más sagrado que es la familia y se concentró en entrenar y trabajar en los recesos para llegar en plenitud a las pretemporadas con el "Verde".
Sin embargo, el cubano dice que encontró un modo de canalizar el extrañar a su gente, la de compartir junto a ellos y desde que decidió quedarse.
"El esfuerzo: es duro, por ahí, el hecho de extrañar, de no verlos logró que con mi juego desahogarme. Voy a la cancha entreno y creo que haciendo eso para crecer cada día y que mi familia se sienta orgullosa y de estar lejos pero que vean que todo vale la pena. Uno cuando va en búsqueda de sus sueños, a veces se hace difícil y más que nada para mi gente. Yo con mis viejos y abuela somos apegados", con luz en sus ojos, con una pausa en su voz y el cambio de tono, las frases de Mencia lo trasladan a la Isla, donde además de primos, tíos y amigos, su abuela y don Mario José y Yasmin se cruzaron por su mente.
Otro de los orgullos del alero y de los suyos es saber que, según algún conocido le indica, su papá les habla a sus íntimos de su hijo. "Eso se llena de orgullo y me da fuerzas. Sino estuvieran mandándome fuerzas a la distancia nada de esto serviría y me hubiera derrumbado hace tiempo. Es muy duro estar alejado de ellos", reconoce con entereza, la misma que lleva hace 7 años fuera de su hogar para alcanzar sus objetivos.
PDC: ¿Qué cosas extrañas de tu día a día en Cuba y de lo que te gusta hacer cuando estás de receso?
YM: "La comida de mi abuela, el típico plato de Cuba que son el arroz con carne al grill y con su mano que es algo que no existe. Pero el cariño y el mimo de mis viejos, como los gritos de mi viejo". (risas). Cuando voy a la isla trato de disfrutar junto con ellos y me gusta ir a bailar salsa. Soy muy bueno en serio para bailar. Salgo a disfrutar con ellos y por ahí una semana. porque estoy en Cuba, pero no estoy con ellos, sino que con la Selección. pero cuando tengo el permiso dejo todo el básquet y solo pienso en estar pegado a mi familia para disfrutarlos".
Su costado más íntimo: "Soy más solitario, si me invitan asado y a reunirme con amigos no tengo ningún problema de ir. Acá en Comodoro no tomo mate, pero si el café: En síntesis soy tranquilo y me la paso viendo series en la casa, no veo básquet y sí mucho tiktok".
¿El trabajo del staff técnico te ayuda? "Me sirvió mucho, creo que más allá del trabajo si me ayudo que me den la plena confianza. Trabajo mucho y duermo tranquilo, porque no estoy cuestionado. Todo viene del trabajo y cuando lo haces bien, vas a estar a la cancha y haces tu trabajo de manera confiado".
¿Qué vas a hacer cuando te vayas de Comodoro?
"Va a significar mucho, la verdad no lo pensé porque trato de ir día a día. No me pongo fecha de vencimiento o de que me voy a ir ya, pero trabajo y le pongo todo para seguir con mi nivel y seguir creciendo como profesional. Ahora estoy acá y mañana no se dónde estaremos. Pero Gimnasia siempre irá en corazón, ya que me abrió las puertas para crecer profesionalmente, como persona y es una ciudad que es como mi segunda casa. Sin querer, en los últimos años estuve más en comodoro que en Cuba, asi que siempre los llevaré conmigo, ni hablar de la gente. Fue el club que me abrió las puertas".
Yoanki Mencia cierra la nota, suspira y sonríe. Tal vez en una charla en la que viajó casi 10 años en el tiempo, en donde todo comenzó, con sus primeros juegos junto a la selección nacional, dejar el hogar. Como sentir cerca, pero lejos los olores al perfume de sus padres, el aroma de las comidas de la abuela, el baile de esa salsa más escuchada o el dominó con tíos, primos y amigos que le pasaron en un abrir y cerrar de ojos, como si sus pies estuvieran en su Cuba querida, pero a más de 7500 kilómetros desde Comodoro Rivadavia.
Mencia acaba de ganar el premio al Jugador Más Valiosos de la temporada, aunque el cubano va por más el siguiente es la serie con Obras.
Foto principal: Mechi Arregui | Instagram