El increíble motivo por el cuál Joaquín Arbe no quería correr cuando era chico
El chubutense Joaquín Arbe este domingo clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Sin embargo, cuando era chico y comenzó a entrenar un increíble motivo lo llevaba a evitar competir.
Joaquín Arbe esta en la cresta de la ola. Este domingo clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al terminar sexto en el maratón de Buenos Aires y alcanzar la segunda marca de la historia argentina en esta disciplina.
Arbe ya había sido el mejor argentino en los 21K de Buenos Aires y se perfilaba como uno de los candidatos en la prueba. Sin embargo, nadie podría imaginar que el chubutense que representará a la provincia en los Juegos Olímpicos del próximo año cuando chico evitaba competir por un increíble motivo.
Hace unas semanas, el esquelense contó a Clarín que comenzó a entrenar a los 12 años, de casualidad, porque un día acompañó a un amigo con el cual todas las tardes jugaba al fútbol.
Sus habilidades lo hicieron destacarse sobre el montón. Sin embargo, él no quería competir y tardó casi un año en animarse a disputar su primera prueba. Todo por un increíble motivo.
"Me daba vergüenza ponerme el pantaloncito corto y la musculosa. Seguía jugando al fútbol e iba a los entrenamientos de atletismo. Pero no competía", contó en ese momento.
Arbe corrió su primera carrera a los 13 porque no había fútbol ese fin de semana y lo hizo de una particular manera. "Me acuerdo que corrí con uno de esos pantalones desmontables con cierre y una polera de mangas largas. Quedé segundo y me dieron un trofeo y una medalla. Ahí hice el balance de que se llegaba más fácil a una copa corriendo que jugando un campeonato de fútbol. Entonces empecé a participar un poco más", admitió.
Y vaya que le dio resultado. Hoy tiene en sus vitrinas 46 títulos nacionales de todas las categorías, que van desde los 800 hasta los 10 mil metros, además de los 3.000 con obstáculos y trofeos de cross country y maratón. Por supuesto en ese lugar selecto también entrará la marca de este fin de semana que le permitió nada más y nada menos que clasificar a los Olímpicos.