Por Analía Bahamonde (Pasta de Campeón / ADNSUR)

Charly Muñoz es arquero de handball del Club Petroquímica y desde que tiene uso de razón recuerda que era obeso, enfermedad que no le impidió hacer deporte pero si lo condicionó. “Que yo recuerde, fui obeso toda mi vida. No me impidió hacer deportes, pero es bastante feo de chico ir último en la fila o hacer todos los trabajos más lentos que los demás. Con el tiempo aprendí a vivir con eso”, recordó de su infancia.

Charly cumplió hace poco 30 años, y hoy vive otro presente; de pesar más de 160 kg logró bajar 70. “Hoy ya estoy relajado, a veces por ahí me da bronca haberme relajado tanto, pero miro lo que era y está bien. Tampoco me vuelvo loco, sino es re estresante estar cuidándose todo el día y no la pasás bien. En la semana trato de comer sano y el fin de semana me descuido bastante”, dice al contar sobre cómo es el día a día.

Charly cuenta que el proceso no fue fácil. En su caso no acudió a operaciones, y todo fue 100% voluntad, gracias a un amigo que lo incentivó e inspirado en el deporte. “Yo no me opere, un día estaba tomando mate con ´Perico´ (Juan Torres) y recuerdo que tenía los dos brazos apoyado sobre la panza. Él me dijo, “che, esta grande ese apoya brazo, vamos a empezar a hacer algo”.

EL DEPORTE COMO INSPIRACIÓN

Charly jugó al handball desde chico, había dejado y regresó después de varios años. Cuando empezó a bajar de peso, empezó a sentirse bien y volvió. A la distancia considera que el deporte fue su gran inspiración.

“El deporte tuvo mucho que ver. La mayor inspiración estuvo ahí, la realidad es que cuando era gordo no me tocaba jugar, me tocaba comerme torneos enteros en el banco. Cuando empecé a bajar de peso y ver que podía rendir, me empecé a sentir cada vez más importante en el equipo, por eso el deporte fue lo que más me motivo. Del 2014 al 2017 jugué en Trelew, en Independiente, el lugar donde más crecí deportivamente y más maduré. Eso fue lo que acompaño el proceso de bajar de peso, y donde más aprendí”, explicó.

La obesidad es una enfermedad afecta a niños, niñas, jóvenes y adultos, y que condiciona a la persona sobre todo en la práctica del deporte. Pero además afecta aspectos biológicos, psicológicos y sociales de la vida de las personas.

En la Argentina, según los datos de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNYS 2), realizada en el año 2019, el 33,9% de la población adulta tiene obesidad.

El tratamiento de esta patología y su mantenimiento implica, muchas veces, un importante esfuerzo personal, familiar, económico y su complejidad requiere de un accionar en numerosas aristas, entre ellas el manejo de las emociones.

En este sentido, Charly, admite que “es una lucha constante todos los días con la cabeza, el apoyo de los amigos y la familia".

En total Charly logró bajar 70 kg, pero para ello fue importante estar bien de la cabeza, admite. “Por suerte pude hacer ese clic. 'Peri" (Torres) tuvo mucho que ver, y un montón de cosas más. Yo me fui a Trelew y los chicos me re apoyaban, conocí un grupo de amigos genial que se cuidaban a la par mía. Mucho tuvieron que ver mis amigos, y mi familia, increíble el apoyo”, valoró.

La lucha constante por lógralo fue acompañada con el deporte, actividad física, y con un dieta que él se armó y llevó adelante con hábitos saludables

“Empecé a entrenar un poco y ya me puse a dieta, empecé con el gimnasio. No fui a nutricionista, ni nada. Baje todo solo, no me opere. Lo que yo si me hice, una vez que llegué al peso es que quería que me saquen piel. Todo lo baje cuidándome nomas”.

Según cuenta, a medida que iba perdiendo peso, se incentivaba más para no aflojar, “Al principio cuando vos ves los resultados que vas bajando estás como contento, pero después lo difícil es mantener. Es una lucha constante todos los días con la cabeza porque a pesar de haber bajado seguís teniendo esas ganas de comer de todo. Donde ves que engordas un poco ya te deprimís, te pones mal”, admite, y asegura que por eso es fundamental manejar las emociones, en su caso, también por sí solo.

“Jamás fui a un psicólogo, ni nada. La lucha es mantenerse y siempre cuando me sentía medio bajonado lo charlaba con mis amigos o con mi familia. Por suerte estaban ahí para bancarme. Igual con otras personas que han bajado de peso, hablábamos y coincidíamos en los mismo” y contenido por su entorno, manifestó Charly.

UN MENSAJE DE SUPERACIÓN

Charly Muñoz lleva varios años con esta lucha diaria por mantenerse. Asegura que se cuida y que lo que lleva con tranquilidad. "Trato de mantener un peso, donde ya veo que me estoy yendo mucho de vuelta me pongo las pilas y bajo. Hoy en día estoy 8 kg arriba de lo que llegué a bajar y no siento mal. Estoy tranquilo, pero es una lucha constante donde yo me descuido un poquito otra vez me voy al carajo”.

Es trabajador petrolero y los tiempos laborales no le permiten como él quisiera estar vinculado al deporte. Igual entrena handball y ayuda en la escuelita acompañando a Valeria Schuler.

“Mi cabeza necesitaba hacer algo y volví a jugar para sumar. Si me toca sumar minutos mejor, sino yo soy feliz viendo a los pibes jugar. Yo soy feliz estando, acompañando a las inferiores, me hace más feliz recibir un abrazo de alguno de los chicos que si me tocara recibir plata. Me quedo con todo eso, quiero seguir perteneciendo al club y desde donde me toque seguir sumando”.

Para Charly es un día a día y la batalla para superar la enfermedad no está ganada, “tuve mucha fuerza de voluntad, hoy en día me cuesta, va acompañado que en mi trabajo estoy casi todo el día en el campo, todos llevan un montón de cosas para comer y es difícil. Se me complica bastante”.

Reconociendo que está contento por su logro personal, pero lo que más lo pone contento es el crecimiento del club Petroquímica, “estoy re maduro de cabeza, estoy contento con el club, a la vez más allá de todo esto mío veo como está creciendo el club, cada vez tenemos más pibes en handball y esas cosa me ponen más contento que lo mío propio. Me gustaría tener mucho tiempo más para entrenar, como para ayudar a los nenes”, destacó.

Por último, recordó que durante este proceso de trasformación en su vida, trató de motivar a personas que transitaban por la enfermedad como él. “En la época que bajo de peso y subía fotos recibí mensaje de mucha gente, consultándome como había sido, si los podía ayudar, y bueno trataba de hablarles. Yo nunca me apoye en ningún profesional para bajar de peso, así que más que motivación no podía darle”, explicó, animándose a dejar un mensaje de superación.

“Ojala mi historia le sirva a alguien para motivarse, ponerse las pilas. Todo se puede, y creo que yo soy el claro ejemplo de eso. Hoy en día me tocó de estar en un banco de suplente de un equipo B a jugar Nacional A, B y C de handball. Este año voy a jugar un regional con mi club. Cuando uno quiere puede siempre, es fundamental el apoyo del alrededor”.