Margarita Rodríguez la mujer que llevó el ajedrez a los barrios de Comodoro
Margarita Rodríguez nació en Esquel y llegó a Comodoro Rivadavia con 16 años para trabajar cama adentro y cambiar de vida. Desde ese día se instaló en la ciudad sin saber que su vida iba a ser el ajedrez. Una mujer luchadora que como docente llevó la disciplina a todos los barrios de la ciudad. Se inició en el Domingo Savio, acompañando a su hijo y a tantos niños que hoy son grandes referentes del ajedrez local.
Por Analía Bahamonde
Margarita Rodríguez vino a Comodoro Rivadavia desde Esquel a los 16 años a trabajar cama adentro. Se casó, tuvo un matrimonio difícil y el ajedrez fue un escape en su vida, a donde llegó acompañando a su hijo Sebastián. Iniciando en el Club Domingo Savio de la mano de Américo Ardiles, lo llevó a todos los barrios de la ciudad siendo una gran formadora de grandes referentes del ajedrez local.
“Mi actividad en el ajedrez comenzó en el año 90, cuando mi hijo Sebastián tenía 5 años. En realidad, andaba buscando una actividad para que haga y voy al Domingo Savio para llevarlo a Taekwondo. Y lo que menos le prestó atención a la otra actividad, fue derecho a la sala de ajedrez. Estaba el señor Raúl Ortiz”, comentó en diálogo con PDC y ADNSUR.
“Fui como una mamá más a ajedrez y me fui enganchando. Hasta que Don Américo Ardiles, ya fallecido, que para mí es un gran maestro. Un día me dijo que tal si aprendes ajedrez, me llamó mucho la atención y me gusto. Así fueron mis comienzos en el Domingo Savio”, explicó Margarita.
Tras varios años aprendiendo en la disciplina, acompañando a los niños que se formaban allí en cada Torneo y viaje. Un día le tocó quedar al frente de la institución: “Así fueron pasando mis años en el ajedrez. En el año 1994 el señor Ortiz dejó el colegio Domingo Savio y como yo era la más vieja de la escuela, una de las mamás que más trabajaba, me tocó quedar al mando de todo. En esos años fueron años muy difícil”.
Era furor el Club Domingo Savio, los mejores jugadores salieron de allí, en esa época. Fruto de ese crecimiento se le abrieron las puertas para llevar al barrio la disciplina. Margarita Rodríguez pasó por todos los barrios de Comodoro y hoy está brindando clases en KM 5.
“Con el tiempo, empecé a trabajar con Deportes en la Municipalidad, estoy en zona norte, cumplí 11 años el año pasado en la Unión Vecinal de Km 5 y estoy a punto de jubilarme en el Instituto Austral de Enseñanza, que tuve Taller de ajedrez por 23 años”, sentenció Margarita sobre su presente.
“HABÍA POCAS MUJERES, TENGO EL ORGULLO DE DECIR QUE TUVE EL APOYO”
En los años 90 no eran muchas las mujeres en la disciplina, en esa época cuando comenzó Margarita recordó que: “Había muy pocas mujeres. Recuerdo que teníamos de arbitro a María Teresa Torres en el Domingo Savio cuando se hacían Los Trebejitos”.
También destacó a las señoras Dora Carrasco, Patricia Bianchi, Patricia Hernando, con las que compartía tableros, “jugaban muy bien al ajedrez. Hacíamos torneos de mujeres y eran muy buenas, les gustaba muchísimo”, sentenció.
“Eran más hombres en las comisiones que mujeres. Yo tengo el orgullo de decir y agradecer que siempre tuve muy buen apoyo de los papas, y compañeros de comisión. Estaban Albornoz, Don Arnaldo, tenía muchas veces la visita y el apoyo de Víctor Zegarra, los chicos Quinteros, pasó mucha gente por el Club Domingo Savio; ayudándome, había mucho compañerismo”, valoró sobre inclusión en la disciplina.
EL DEPORTE COMO ESTILO DE VIDA, PASIÓN Y ESCAPE EN TIEMPOS PERSONALES DIFICILES
Margarita llegó a la disciplina acompañando a su hijo. En medio de todo eso, vivió épocas personales difíciles. Una mujer que pasó por el proceso de la separación en un matrimonio que ella definió, “complicado”, y que pudo superar usando el ajedrez como escape. Así ella lo definió abriendo su corazón en diálogo con PDC.
“Para mí el ajedrez es algo que yo lo llevó en mi vida tantos años. Es importante en mi vida, comencé en épocas muy difícil y también fue un escape. Hace casi 20 años que estoy separada, en su momento cuando yo empecé que mi hijo era chico, un matrimonio bastante complicado. Gracias a Dios después de que me separé, la cosa me fue más fácil y con lo que a mí me gustaba tuve muchas piedras en el camino. En ese momento fue difícil, cuando llegaba a la noche a mi casa y era pelea tras pelea con mi esposo. Por eso fue muy difícil”, comentó.
Situación que Margarita logró sobrellevar y salir adelante. Tiempos difíciles que superó, “Te puedo decir que hace 15 años en adelante el ajedrez es todo, con el apoyo de mi hijo, nieto. El apoyo de mi hermana y mi sobrino que por suerte también juega ajedrez”.
Todo fue posible también con un apoyo para ella muy importante, por eso después de tantos años le cuesta pensar en alejarse de la actividad. “Siempre tengo el apoyo de mi familia, años anteriores fue difícil. El ajedrez es todo y cada vez me cuesta más dejarlo. Uno se encariña con lo que uno hace, me levanto con ajedrez y me acuesto con ajedrez”, cerró la mujer que enfrentó todo y llevó a los barrios de Comodoro al ajedrez.
EL SENTIDO HOMENAJE DE SUS ALUMNOS TRAS LOS AÑOS COMPARTIDOS
Margarita Rodríguez es una gran formadora y compartió gran parte de su vida acompañando a los que hoy son referentes de la disciplina en Comodoro y hoy están a cargo del Mundo del Ajedrez.
“Orgullosa, he sacado muy buenos jugadores, todavía con muchas ganas de seguir. Espero que Dios me ayude a tener fuerza para seguir haciendo lo que más me gusta, enseñar y esta disciplina. Y convivir con los chicos que para mí son; la pasión”, destacó la formadora.
Entre ellos, Margarita destacó a algunos de los tantos que pasaron y con los que compartió hermosos momentos: “Viví muchas experiencias acompañando a los chicos, no sé si alumnos, yo viví mucho con ellos cuando eran chicos. Viajamos mucho con Andrés Aguilar, Lucas Rivas, Maxi Aguinaga, Martin Salinas, los chicos Ulloa, Sergio Barria”.
Esos chicos, que hoy son hombres y a cargo del Mundo del Ajedrez, decidieron homenajearla con un Torneo por el Dia de la Mujer, “me dieron una emoción tan grande, la verdad que no tengo palabras para agradecer. Porque a esos chicos yo le dijo hijos. Para mí son mis hijos, ellos compartieron su crianza conmigo, viajes. Más allá de los que yo les podía enseñar, siempre dije que a mí me importaba más que sean buena persona que ser buenos jugadores. Siempre les dije eso, tengo el orgullo de decir que esos chicos compartieron toda una vida conmigo”, valoró muy emocionada.
Por último, se mostró emocionada por poder ver hoy a su nieto en la disciplina, sobre su rol como docente y el pasar de los años, Margarita expresó: “Es difícil trabajar con chicos, no es fácil. Yo todos los años digo este es mi último año, porque ya quiero descansar y estar tranquila. Pero mi hijo me dice, “mamá vos empezaste ajedrez por mí, yo deje y vos todavía no dejas”, pero ahora tengo el orgullo que el año pasado organizamos El Trebejito en su edición 32 y pudo jugar mi nieto, por primera vez. Yo le enseñe y pudo jugar ese torneo”.