La delegación nacional que integra el chubutense Joaquín Arbe se realizó el test de COVID-19 en un hotel en Polonia a pocos días de la competencia. Cuatro dieron negativos, pero hay dos “sospechosos” y tuvieron que volverse a testear. Entra y conoce los detalles.

El próximo sábado 17 de octubre, en la ciudad de Gdynia, Polonia, se desarrollará el Mundial de Medio Maratón, y la selección argentina ya está instalada. La delegación argentina está conformada por los atletas Florencia Borelli, Marcela Gómez, Daiana Ocampo y Joaquín Arbe.

La felicidad de los atletas por volver a competir en el máximo nivel después de estar meses sin poder hacerlo y de viajar a otro país para representar los colores argentinos es máxima. Y la ilusión también. Pero para la delegación completa que hoy amaneció allá, no todo iba a ser perfecto en un martes 13, menos en este 2020, informó TN Runing.

En medio de los preparativos del evento, los atletas y entrenadores fueron sometidos a los hisopados de rutina para confirmar que no estén infectados de COVID-19. Aunque creían que sería algo rápido para poder seguir con la cabeza puesta en la competencia del sábado, las malas noticias casi dinamitan la emoción y esperanza del equipo “albiceleste”.

Tras realizarse la prueba, los entrenadores Leonardo Malgor y Jorge Basiricó y los atletas Flor Borelli y Joaquín Arbe, tuvieron el “visto bueno” para seguir realizando “la vida normal”. Pero las dos atletas de FCmax Marcela Gómez y Daiana Ocampo no corrieron la misma suerte y fueron “demoradas” por “resultados sospechosos”.

Se volvieron a realizar el test y luego de una tensa y larga espera, las autoridades locales les informaron que habían dado negativo y que podían continuar con su día. Y lo más importante: que podrán competir el sábado.

EL RELATO DE LEO MALGOR SOBRE LO SUCEDIDO

Un medio día que contaremos por muchos años cada uno de los seis que estamos acá en Gdynia, Polonia. El susto fue contado en primera persoba por el entrenador Leo Malgor.

“Quien es el team leader de la Argentina?”, preguntaron al entrar en la sala donde hacía dos horas estaban nuestros atletas esperando el resultado del hisopado. “Yo”, respondo.

“Hay cuatro de ustedes que dieron negativo y dos que están... confusos, venga conmigo”, me dicen.

En el instante cuando caminaba hacia el médico de World Athletics, pensé: “Soy yo, y espero que el otro sea Jorge"... pero no. Me informan que Daiana Ocampo y Marcela Gómez debían esperar para una nueva prueba.

Tuve que ser un poco más claro que otras veces, y al regresar a la sala de espera les dije: “Los cuatro que son negativos salgan de la sala, pueden ir a comer. Ustedes dos, (las caras que pusieron no me las voy a olvidar jamás) se quedan para una nueva revisión”, reconoció.

Feo momento. Al único que le informo de la situación es al doctor Darío Souto, en la Argentina. Tensión, el tiempo que no pasa... Ahí me di cuenta que si no sabía de contención hacia el “otro”, hoy tuve mi primera clase.

Luego de 30 minutos vuelve a entrar el médico de World Athletics y dice “Gomez, negativo. Puede irse”. Se va. Ahora es el turno da hablar con una sola y pienso, si pasó con Cristina‚ puede pasar con Dai también, y crucé los dedos.

“¿Y tu nena qué come?", le pregunto, y por dentro estaba con temor. Pasaron 25 minutos más hasta que entró otra vez el doctor y nos dice: “Puede irse señorita, ha dado negativo”.

Un susto de martes 13 para la delegación argentina en Polonia, que ahora solo piensa en la competencia del sábado.