Recordar a “Guyo” Sember, profesor de Educación Física detenido-desaparecido durante la última dictadura militar, es pensar en el deporte como una herramienta para la inclusión social. Es la defensa irrestricta por los derechos humanos, es construir la democracia que merecemos, es hacer memoria.

Por Piero Ronconi / Especial PDC

Sin dudas es hoy un 24 de marzo diferente. La masiva y siempre contundente marcha toma hoy otras formas. Pañuelos y banderas. Videos, comentarios e imágenes en redes sociales. Un día de memoria por la verdad y la justicia. Un festejo y reivindicación que distingue a la democracia argentina. Como deportistas o formadores, como árbitros, dirigentes o espectadores, como hinchas o detractores nos vinculamos con el deporte y la actividad física.  Desde esos y otros lugares recordamos.

No todos los recuerdos son felices. Gustavo Veiga nos cuenta “Historias de Represores” en su libro “Deporte, Desaparecidos y Dictadura”. Dobles vidas: jueces “intachables” dentro de la cancha y parte de la dictadura; jugadores y  agentes civiles; entrenadores y represores; asesores militares en la AFA, entre otros. Todo eso y al mismo tiempo. Historias que nos alejan de argumentos simplistas en torno al deporte y el mundo que lo rodea.

Sin embargo, es día de festejo, preferimos recordar a los que como “Guyo” –comprometidos con la realidad social- soñaron y trabajaron por un mundo mejor. Gregorio Marcelo Sember, “Guyo”,  fue un profesor de Educación Física detenido-desaparecido el 30 de mayo de 1976 durante la última dictadura militar. Hijo de trabajadores, deportista, militante comprometido con la realidad social, siempre se preocupó por su formación y participó activamente como estudiante primero y luego como profesor.

Tulio Guttermann (2006) lo describe así:

Fue un estudiante de la carrera y luego un profesor de Educación Física destacado, innovador para su época, inteligente, trabajador incansable, líder social y carismático. Aborrecía de aquellos profesores que superponían cursos, "robaban" las horas y que no se dignaban a enseñar nada. Su figura puede servirnos de inspiración para aportar a la construcción de una formación docente en Educación Física que acompañe políticas públicas producto del consenso social en el campo socioeducativo, orientadas sobre todo hacia los sectores populares, desde el compromiso con la promoción y el desarrollo social.

Recién en 2012 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó sus restos enterrados en el cementerio de Avellaneda. Guyo fue asesinado, víctima de un simulacro de enfrentamiento del ejército, víctima del Terrorismo de Estado.

Hacer memoria es posicionarnos. Hoy también muchos “profes” de Educación Física y trabajadores de la Recreación y el Tiempo Libre, como “Guyo”, creemos que es posible construir un mundo más justo. En cada clase, en el patio, en la pileta o en el gimnasio. Enseñamos juegos y enseñamos a jugar. Respetamos las reglas y enseñamos a construirlas. Diseñamos y desarrollamos proyectos que permitan ir más allá, conocer lo desconocido, aprender lo difícil. Hacerse del conocimiento allí donde se encuentre. Viajes, caminatas, torneos, juegos, kermesse, encuentros…

Enseñamos y aprendemos a compartir, a competir  y encontrarnos con otros. También eso es parte de la tarea de educar en y para la democracia. Formar sujetos críticos, auténticos ciudadanos, no debe ser un slogan curricular sino una transformación que se busca.

En tiempos de miedos y urgencias, donde la amenaza más grande se llama individualismo, donde la pandemia exige cuidarnos entre todos, no perdemos de vista lo importante de un Estado presente, de nuestro compromiso:

  • Por más gimnasios, instalaciones y recursos para el deporte, la Educación Física y la Recreación
  • Por más plazas, patios y hogares donde jugar y encontrarse con otros sea posible
  • Por más salud, educación y justicia
  • Por más políticas públicas para la infancia y adolescencia
  • Por más democracia y justicia social

Como educadores/as tenemos una tarea indiscutible en la defensa de los derechos humanos.  44 son muchos años, hoy -más que nunca –volvemos todos juntos a gritar: NUNCA MÁS.

Exigimos Memoria, verdad y justicia, la vigencia plena de los Derechos Humanos, que el miedo infundido y el autoritarismo infundado no nos detenga.

Piero Ronconi: Magíster en Educación Física y Deporte, Profesor de Educación Física y Técnico en Tiempo Libre y Recreación. Actualmente trabaja en el ISFD N° 810 y en ISFD N°802 así como en la Escuela N° 797 Orientación en Educación Física. Participó durante 2012-2015 de la Cátedra Abierta de Deporte, Memoria y Derechos Humanos Gregorio Marcelo “Guyo” Sember de la Universidad Nacional de Avellaneda a cargo de la Mgter. Nancy E. Ganz.