Rodríguez no olvida el legado que le inculcó Nazario Araujo
El atleta que viene de conseguir por segunda vez una medalla de bronce en un Mundial Master comenzó en la actividad a los 26 años con el atleta olímpico de Munich 1972.
Mario Rodríguez comenzó a “correr de grande”. Eso es lo que el afirma, pero en realidad comenzó a correr en el momento justo. El atleta que viene de consagrarse en el Mundial Master realizado en Gotemburgo, Suecia, recordó sus inicios en SetaTV con la medalla en la mesa.
“Yo vengo formado de una escuela donde me formaron como persona y luego como atleta. Yo vengo de la escuela de Nazario Araujo, donde los valores eran los de formar grupos humanos y se entrenaba mucho, pero él decía que preparaba atletas para la vida, para la maratón de la vida”, explicó Rodríguez entre mate y mate.
Por esa razón, Rodríguez cuando decidió tomar su camino y forma el Team Treno tomó esos lineamientos de trabajo. “Por eso a fines del 2013 cuando le conté esta idea, mi idea y mi objetivo del Team. El siempre tuvo unos ideales difíciles de encontrar, siempre tuvo una visión muy particular en ayudar a las personas porque el siempre agradece tanto a la gente que le dio una mano. Me dio el envión para formar mi grupo y el fue el principal impulsor”, recordó.
Sobre su llegada al grupo del atleta olímpico, el medallista de bronce en Gotemburgo recordó: “Yo empiezo a entrenar con Nazario porque mi viejo era el que corría. Yo hice básquet y handball, y mi viejo me acerco pero solo hice una pretemporada y luego volví a lo mio. Mi papá siempre me decía que corra y por llevarle la contra no lo hice. Cuando falleció mi papá me contacte con Nazario y el me abre las puertas para entrenar con él a los 26 años”.
Por último, Mario recordó a su padre al asegurar que “siempre me lo cruzo en los fondos, como así también a mi mamá. Ella en los últimos días de vida me alentó en una esquina, sentado en una silla, son cosas que me quedan para siempre”, acotó.