Nicolás Díaz es uno de los experimentados del “Luso”. Hace 3 años había decidido dejar de jugar y esta temporada volvió con más ganas. “Gusano”, como lo apodan, retornó con un gran nivel a sus 41 años, y el destino le está regalando vivir un sueño. Previo al duelo contra Tala, dialogó con Pasta de Campeón contando las sensaciones de disputar el TDI, este partido en particular y repasó también un poco su historia.

Un sábado a la maňana del aňo 1990 un amigo de toda la vida de Nico, Juan “El Chango” Reyes, le golpeó la puerta de su casa y lo invitó a ir al final de la avenida Chile, donde había un señor enseñando rugby. Era Ricardo “El Flaco” Fueyo.

De aquel día, entre risas, rememoró: “le dije que no me joda, que me iba a Huracán a jugar al fútbol. Me retrucó que en Portugués terminabas de entrenar y te daban de comer y en Huracán no te daban nada. Me convenció y fuimos caminando esa mañana al club. Me acuerdo que íbamos hablando de qué nos iban a dar de comer. Gracias a Dios llegamos donde está Wallmart ahora. No había nada, solo una estructura de hierro, un par de álamos y las ´H´ torcidas”, añadió.

Lo que era cierto era que luego había comida y desde ese sábado, no se separó más de la institución. “Entrenamos, nos dieron de comer y me fui con una sensación increíble de sentirme valorado y contenido. Me acuerdo que el “Flaco” nos preguntó dónde vivíamos y nos llevó hasta las 1008. Nos dijo que si teníamos más amigos, los invitemos al club. Llegué a “Portu” por un choripán y me quedé toda mi vida”, recordó emocionado.

Más de tres décadas en el club, le han regalado infinitas historias que se replican una y otra vez en cada asado, tercer tiempo o cumpleaños con amigos.

“Tendría que escribir un libro para seguir contando anécdotas. Este club me dio mucho y no me va a alcanzar la vida para devolverle algo de lo que me dio. Crecí a su lado y me viene a la mente todo lo que viví y parece que fue ayer”, enfatizó.

La vivencia que está experimentando a flor de piel, es que su amado Portugués esté disputando el Torneo del Interior por primera vez en su historia. Sobre la posibilidad de jugar este certamen, “Gusano” recalcó: “estoy feliz de poder disfrutar este momento que está pasando el club. Es un torneo muy lindo donde hay otro ritmo de juego al que no estamos acostumbrados. Es cuestión de tiempo competir a este nivel y poder nivelarnos. Cada partido que jugamos es un aprendizaje más allá de los resultados. El objetivo es jugar cada día mejor, todos los chicos lo entienden y vamos por ese camino”.

A su vez, contó qué espera del duelo de este fin de semana y destacó: “ va a ser un partido muy duro. Más allá de que el Tala está jugando el TDI “B”, a mi entender, ellos están entre los 10 mejores clubes de la Argentina, son una fábrica de Pumitas y tienen muy buenos jugadores”.

“Igualmente nosotros tenemos lo nuestro. Contra Cardos aprendimos cosas y las sumamos al juego. Cometimos errores y los solucionamos. Contra Liceo lo mismo. Nos estamos dando cuenta que la brecha de la zona sur de la Patagonia con respecto a Alto Valle y para arriba, se está haciendo más corta”, agregó quien hoy cumple 42 años.

Con su experiencia, también hace hincapié en otro factor fundamental para poder encarar de la mejor manera el duelo. “Creo que lo mental es muy importante. Entramos sintiéndonos inferiores y no tomamos la iniciativa del juego. Contra el Tala va a ser otro juego y ojalá demos nuestra mejor versión”, admitió.

Sin dudas, que los cordobeses arriben a jugar un partido oficial a nuestra ciudad será algo importante no solo para los “Lusos” sino para la disciplina en general. De esto, manifestó: “nosotros somos buenos anfitriones asique va a ser una fiesta. Ojalá se sientan como en su casa y se vayan muy agradecidos. Que el Tala llegué a Comodoro es muy importante para el ambiente local. Son jugadores extraordinarios, de un club con mucha historia en el rugby argentino y que pisen el césped del templo para nosotros es histórico”.

El club, es para muchos su segunda casa, donde comparten penas y alegrías y se transforma en una rutina en las vidas de quien pertenece al mismo. Para Nico toda su vida fue así y hoy con su familia conformada, no es la excepción.“Es mi casa. Todos los días paso porque es mi cable a tierra. Es donde resuelvo todo y donde encuentro respuestas y tengo a mis amigos y a mi familia. Como dije antes, llegué al club porque te daban un chori y una coca después de entrenar. Creo que mi retiro va a ser igual como aquel primer día que llegue al club, comiendo un chori y tomando un vaso de coca (risas)”, señaló.

Cuando uno crece comienza a ver la vida desde otro punto de vista, disfruta cosas que antes no percibía y se abre a cosas que antes reprimía. Antes de finalizar la entrevista, Díaz se soltó y comentó: “no soy de escribir mis pensamientos, siempre me los he guardado. Seguramente es un defecto que tengo y con el correr de los aňos me voy sintiendo un poquito más sensible. Esta sensación me libera un poco más y me hace poder compartir esto aunque lleno de lágrimas de emoción al ver mi casa, a mi querido Deportivo Portugués, que crece y crece a cada segundo. Soy uno más de muchos en este club que tiene su historia para contar”.

"Para soňar hay que hacer. Los sueňos no vienen solos y sólo se cumplen si hacemos algo para conseguirlos. Salud para todos los que de alguna u otra manera hacen que este club siga creciendo”, finalizó.

Este sábado a las 15.30 horas en las instalaciones del Deportivo Portugués en barrio Industrial, el “Luso” recibirá al Tala de Córdoba por la tercera fecha de la zona 7 del Torneo del Interior “B”. Los cordobeses, invictos en dos partidos, buscarán mantener la chance intacta de clasificarse a la otra rueda. Del otro lado, el local irá por la hazaña. Dos realidades distintas, pero la misma pasión los enfrentará dentro del campo de juego en un partido que seguramente los de “Portu” recuerden toda la vida.