Franco Baldrini arrasó en formativas y con 18 años cumplidos en noviembre ya tuvo sus primeras medallas en mayores. Estuvo a la altura de un campeón del mundo ucraniano en un campamento internacional. Además, su hermano Bruno (15 años) sigue sus pasos.

Franco es reconocido a nivel nacional por sus pares y tiene una proyección importante pensando en el plano internacional. Entrena hace 11 años, y ya tuvo una primera experiencia mundialista en Irlanda (2017) donde perdió en cuartos de final, en categoría Juveniles. Baldrini no tuvo un buen 2018 e inicio de 2019, entrenando solo, sin la posibilidad de viajar seguido y con lesiones que lo tuvieron en inactividad por tres meses.

La reapertura del Departamento Metodológico lo ayudó a dejar atrás esas dolencias y enfocarse en sus últimos torneos como juvenil (cuartos de final sudamericano y primer puesto en Trelew) y proyectar un buen comienzo de 2020. Ya en Mayores, ganó la Grand Champion en un regional en Comodoro, y luego asistió a un campamento internacional en Santa Rosa de Calamuchita (Córdoba) donde se midió con los mejores de su categoría, logró plata en formas y salió campeón en lucha, accediendo a la posibilidad de pelear ante un campeón del mundo ucraniano.

“En 2019 fui como juvenil y perdí en la final. Este año luché en Mayores. Perdí en la final de formas, y en lucha gané la categoría contra una escuela muy buena de Buenos Aires. Después me tocó contra el campeón mundial de 63kg., un ucraniano de 20 años que tiene tres mundiales consecutivos ganados, dos copas del mundo y cuatro campeonatos europeos. Perdí ahí nomás, por dos o tres patadas. Igualmente, tener mi segundo torneo en mayores y pelear contra el mejor del mundo, para mí estuvo re bien. Después él les ganó a todos, le ganó en la final a Sebastián Luraschi, seis veces campeón del mundo de peso pesado”, contó Franco Baldrini en entrevista realizada en el Departamento Metodológico del Gimnasio Municipal Nº1, donde entrena diariamente a las órdenes del profe Leandro Scatton.

“Antes me preparaba solo. No había nadie que me guiara. Todo solo. Me levantaba a las seis de la mañana, hacía tres turnos, cuatro o seis horas de lunes a sábado, e iba a la escuela. Ahora que arranqué de nuevo con Leo, y ese apoyo te sirve. Leo te motiva cuando estás cansado. Me ayudaron con el tema de las lesiones. Mejoré mi rendimiento, porque estoy más rápido, más explosivo, tengo más aire, así que estoy mejor en cada sentido”, explicó Franco.

En la familia Baldrini no solo está Franco, también está Bruno, que con 15 años muestra mucho talento. “Para mejorar tenés que entrenar con alguien que esté a tu nivel o superior, sino no sirve. Yo tengo a Bruno nomás. En nivel, competitividad, velocidad, fuerza, el único que está a la par mío es Bruno, y tiene recién 15 años, cuando tenga 18 años lo que será”, describe Franco a su hermano.

“Creo que le tiene que seguir metiendo ganas. Este año tiene los selectivos, yo le dije que se prepare si quiere ir a un mundial. A los 15 años yo ya estaba en un mundial, así que le dije que si yo lo pude hacer y me entrené solo, vos ahora tenés todo el apoyo, me tenés a mí que tengo un montón de experiencia, tenés que ir. Depende de él, porque es mejor que yo. Yo estoy toda una semana practicando una patada, y apenas me sale. Le digo inténtalo, y le sale a la primera. En la competencia igual, le digo algo y hace algo mejor de lo que le pedí. Tiene mayor capacidad, pero está todo en él”, sostuvo Franco.